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El Sidecar cumple 40 años. Lo celebran con una fiesta de 40 horas seguidas el fin de semana del 24 al 26 de marzo y también con la publicación de 'Este no es el libro del Sidecar' (66 rpm), que se presenta en el marco de las celebraciones. Su autor es Roberto Tierz, que montó la sala de la plaça Reial en el 82 con tres amigos y que ha estado al frente del proyecto desde entonces. En estos 40 años, el centro de Barcelona se ha transformado por completo y él ha sido un testigo privilegiado. Desde la delincuencia integrada en el barrio de los inicios, que respetaba a los vecinos, y la entrada de la heroína con una nueva delincuencia que "no respetaba nada", hasta las olimpiadas y la llegada del turismo. "Ha desplazado más a la gente de Barcelona el turismo que la delincuencia", asegura Tierz, que nunca habría imaginado que el emblemático sótano de la plaza Reial llegaría hasta hoy. "No sabíamos ni dónde estaríamos al cabo de cinco años". Recordamos unas cuantas anécdotas acontecidas durante estos 40 años.
1. Los de la Sexta Flota hacían fiestas salvajes
Al principio, en el Sidecar se entraba por la calle de Les Heures, era el antiguo Texas. "En los años 50, la Sexta Flota Americana atracaba en el puerto y los americanos iban al Texas, el Kentucky, el Miami...", explica Tierz. "Venían con discos de jazz, del primer rock'n'roll y el centro de Barcelona, que era muy portuario y muy canalla, era una fiesta. Donde ahora está el camerino, había una barra, los oficiales se ponían allí, los marineros al otro lado, y el propietario bajaba la persiana y regresaba al cabo de 24 horas. Lo que pasaba allí era muy salvaje. Después, en el 78-79, al Texas iban los primeros punks de Barcelona. Entonces era una barra americana y se daba una mezcla curiosa, yo eso lo había vivido, y por eso me acordaba del local", rememora.
2. El Sidecar ha acogido 6.000 conciertos
Casi. El último recuento daba 5.500 conciertos. "Si no fuera por la pandemia ya habríamos llegado –dice Tierz–, hacemos una media de 140 conciertos al año, pero es divertido, es lo que nos gusta hacer".
3. Elijah Wood y Franz Ferdinand han pinchado en Sidecar
Sí, el actor de Frodo en 'El señor de los anillos' se pasó la noche diciendo a la gente "no soy yo". Los miembros de Franz Ferdinand, después de un concierto, buscaban un local donde pinchar y terminaron en el Sidecar.
4. Scarlett Johansson iba de cliente
Sí, recuerda, Tierz, "vino cuando estaba rodando 'Vicky Cristina Barcelona' y nadie le decía nada", aunque en vez de ir camuflada iba de Scarlett Johansson: se presentó con un vestido blanco. La gente la miraba y la dejaban tranquila, hasta el punto de que volvió dos o tres días después.
5. Oriol Bohigas bajó a uno de los conciertos 'secretos' de Manu Chao
Manu Chao acababa de arrasar con 'Clandestino' y había desbordado la plaça Catalunya, "no había nadie con tanto poder de convocatoria", cuenta Tierz. "Hizo cuatro conciertos supuestamente anónimos, pero se enteraba todo Dios y la calle estaba llena de gente sin entrada. Y uno de estos días bajó Oriol Bohigas, vestido como un dandi, y se lo pasó de coña". En aquellos momentos, en la plaza vivían varios personajes ilustres, además de Oriol Bohigas y Beth Galí, como Lluís Llach y Maria Aurèlia Capmany. "A iniciativa de Pasqual Maragall, se incentivó que gente potente viniera a vivir a la plaza para que la zona tomara otro aire. Incluso García Márquez tuvo un piso en propiedad en la plaza, aunque nunca vivió allí. "Además, generaban un entorno de gente a su alrededor. Recuerdo un día que del edificio del Bohigas y Maria Aurèlia Capmany salía Vittorio Gassman", dice Tierz.
6. Carmen de Mairena cantó en el Antikaraoke
El Antikaraoke de Rachel Arieff tenía lugar los lunes y "se llenaba como si fueran sábados", dice Tierz. "Había gente que venía a las ocho, pedía tanda y volvía a las once de la noche. También había grupos que después de tocar en el Razzmatazz venían a cantar en el Antikaraoke". Un día, estuvo Carmen de Mairena. "Sí, no conocía ninguna canción del catálogo hasta que vio 'La bamba', pero la cantó inventándose la letra, a su manera".
7. The National actuó en el Sidecar para 70 personas
Sí, "Quim y Wookie, que se encargaban de la programación, estaban obsesionados con The National". Y así fue como en 2005, 70 afortunados pudieron disfrutar del grupo de Matt Berninger y los hermanos Dessner y Devendorf en pequeño comité. New York Dolls, Pete Doherty, Nick Lowe, Mica P. Hinson, Shellac y, claro, Manu Chao, son otros artistas internacionales que han actuado en el Sidecar.
8. Una vez convirtieron el Sidecar en una playa
Para celebrar una pasarela de bañadores femeninos estilo años 50 llenaron el Sidecar de arena. Los camareros iban de blanco y repartían polos a los asistentes y, para rematarlo, se presentó en sociedad a un jovencito saxofonista que acabó formando parte de Los Rebeldes, Dani Nel·lo. De hecho, Tierz (que nunca ha actuado en Sidecar) fue miembro de una formación temprana del grupo de Carles Segarra.
9. Un grupo de colegas quiso esparcir las cenizas de un amigo
"Era un grupito de los 80 que salían siempre de fiesta" recuerda Tierz. "El amigo que murió era un disco-jockey muy conocido de Barcelona y, como el Sidecar era su local favorito, decidieron llevarlo aquí y tirar las cenizas, pero se emborracharon por el camino y las cenizas se acabaron perdiendo por las Ramblas, nunca llegaron al Sidecar".
10. Se graban todas las sesiones de DJ
Lo que es seguro es que en Sidecar se han formado muchas parejas y alguna ha querido recordarlo. "No hace mucho nos escribió una chica preguntando si teníamos la sesión de DJ de no sé qué día, porque allí había conocido a un chico que ahora es su marido y quería regalársela. Casualmente, la teníamos, porque nuestro DJ Nacho Ruiz lo graba todo", explica Tierz.