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En el último año, el Poblenou se ha convertido en el epicentro de la moda vintage de la ciudad. Casi cada semana, el barrio acoge a mercados de segunda mano que reúnen a fanáticos de la moda, personas que apuestan por un modelo de consumo circular y curiosos en un mismo espacio y con un mismo objetivo: dar una segunda o tercera vida a los artículos mientras disfrutan del ambiente de barrio. Aunque los mercados vintage se han puesto de moda en los últimos años, hay uno que ha servido de referencia para todos los demás: el Flea Market. La iniciativa llevaba más de catorce años instalándose en la plaza Blanquerna del arrabal hasta que, el pasado mes de febrero, el Ayuntamiento lo canceló por las quejas del vecindario.
Tras organizar varias manifestaciones a lo largo de estos meses, la organización sigue reclamando una nueva ubicación para trasladar el mercado, aunque la demanda aún no ha sido escuchada. "Solo nos hemos encontrado con silencio y negativas", aseguran los organizadores que, para intentar volver a poner el debate sobre la mesa con el Ayuntamiento, han puesto en marcha una recogida de firmas. El consistorio, sin embargo, no da por válidas las recogidas de firmas que se hayan hecho por cualquiera a cualquier medio que no sea su plataforma y, después de una larga lucha, el consistorio ha habilitado la opción 'Salvemos el Flea'.
En menos de 24 días, la organización debe conseguir recoger 3.750 firmas tanto online como de forma presencial. Para hacerlo online, debéis entrar en la plataforma Decidim, eso sí, es esencial tener más de 16 años y estar empadronado en Barcelona. En caso de querer firmar de forma presencial, os podéis acercar a cuatro locales de Ciutat Vella: Bar Casa Juanito, Joosy Gastro Bar, Bueníssimo y Restaurante Touareg. También se habilitarán espacios para hacerlo en los distintos mercados del Flea.
La cancelación del Flea y de los mercados en la calle
El mercado del Flea del Raval ha sido esencial para más de 400 familias del barrio desde 2010. El motivo de la cancelación fueron las quejas de los vecinos por la presencia de vendedores no autorizados que eran ajenos al mercado, un motivo que indignó a cientos de personas, ya que el consistorio tampoco les ofreció otra ubicación. "Hay otras alternativas antes de cancelar ese mercado sostenible e histórico y de vital importancia por el barrio", aseguraba un comunicado que publicaron en el perfil de Instagram del mercado.
Cada vez hay más asociaciones que reivindican la importancia de los mercados en los espacios públicos de ciudad y que reclaman que se permita su celebración, no solo dentro de recintos privados. "Actualmente, no nos dan el permiso para hacer este tipo de mercados en la calle", asegura José Puig, uno de los organizadores del Two Much, a Time Out Barcelona, "la única manera que tenemos de hacerlos es dentro de espacios gestionados de forma privada". La cancelación de estas iniciativas hace que Barcelona pierda parte de su esencia local y de barrio, como en el caso del Flea, que apoyaba a pequeños comerciantes barceloneses y fomentaba la cultura del Raval.