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Desde el levantamiento del estado de alarma las comunidades autónomas son quienes gestionan la "salida" de la crisis sanitaria y recae en ellas el establecimiento de derechos y deberes a los ciudadanos de aquellos territorios. Un ejemplo de esta gestión descentralizada es el reciente aislamiento perimetral de la comarca del Segrià a causa de un aumento de contagios. Para evitar la propagación del virus y ante "una relajación evidente de la gente", la consellera de Salut, Alba Vergés, propuso al Procicat la aprobación del uso de la mascarilla obligatoria más allá del Segrià. Finalmente la medida ha contado con la luz verde de la Generalitat y Cataluña será a partir del jueves 9 de julio en la primera comunidad española en hacer obligatorio este elemento de protección, se garantice o no la distancia de seguridad.
La consellera explicó en una entrevista a RAC1 que la propuesta aprobada por el Govern obligará su uso, tanto si hay distancia como si no la hay. Vergés recordó que "hay que interiorizar esta medida y creemos que tiene que pasar por todo el país". Lo que establecía hasta ahora el Procicat era un uso obligatorio de la mascarilla, siempre que no fuera posible garantizar la distancia de un metro y medio.
El president de la Generalitat, Quim Torra, ha confirmado la puesta en marcha de esta medida en la última sesión en el Parlament.