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Ha llegado el momento. Parece que han pasado años, pero solo hace siete meses desde el sísmico lanzamiento del álbum 'El mar querer' y todos sus 'singles', un terremoto para el adormecido panorama musical y un cohete directo a la fama internacional para esta artista que se define flamenca por encima de todo, sin complejos sobre su escarceo con el reguetón ni manías sobre el peso que juega el marketing en su meteórica carrera. De todo esto y mucho más ha hablado hoy Rosalía en la rueda de prensa que ha concedido cuando faltan poco más de 24 horas para su esperada actuación de la noche del sábado en el Festival Primavera Sound. Aquí van las perlas más jugosas de su encuentro con los periodistas, tra-tra!
1 – Un vídeo para calentar
Si algo ha demostrado Rosalía en todo este tiempo es el control de los tiempos y la dosificación de cada detalle para tener siempre satisfechos a su legión de fans en constante crecimiento. Por eso justo ayer publicó un nuevo vídeo y single, 'Auto cuture', canción que parte de unos 'beats' que comenzó a trabajar con su productor El Guincho en 2017 según ha confesado: “Lo empecé en ese momento, y nunca he tenido prisa para publicar mi música. Seria injusto pensar que por la posición en la industria discográfica que tengo ahora mi música ha cambiado. Mi sonido siempre ha sido cambiante y ojalá siempre sea así”.
2 – Con las uñas largas, ¡viva el exceso!
Su nuevo vídeo en el que hace un homenaje a Tarantino conduce al exceso, casi a la autoparodia de una tendencia –las uñas largas– que ninguna artista como ella ha contribuido a difundir en los últimos tiempos. “Es una canción que tiene que ver con la celebración, con el baile, con el movimiento, tiene sentido del humor. En el vídeo también hay todo un mundo de fantasía. Tenia ganas de permitirme hacer una canción como esa viniendo de dos álbumes que tienen un contexto”. ¿Y por qué tanta uña? “Para mí siempre han sido como un símbolo de la feminidad exagerada, y me gusta que sea así porque me identifico. Hay un punto estético pero a la vez las uñas pueden ser una arma. Hay el sentido del humor, la fantasía de llevar las cosas al extremo. Y es, también, poner sobre la mesa mi amor por el 'nail art'”.
3 – De Barcelona al mundo
Tras su paso por el famosísimo festival de Coachella, de una gira por Estados Unidos en la que ha colgado el cartel de entradas agotadas, después de haber conquistado la gala de los premios Billboard, ¿se siente Rosalía cómoda con la etiqueta de artista latina: “Se suele etiquetar a todo el mundo que canta en español. Pero no es lo mismo un artista de América Latina que un artista latino a secas. Yo soy y me siento de Barcelona y mi formación es el flamenco. Entiendo que se me englobe en una etiqueta pero eso es una cosa de los demás”. Y nada de volver a casa: “Yo nunca me he ido, trabajo aquí y vivo en Barcelona. Es mi ciudad, y es aquí donde siempre vuelvo”.
4 - Orgullo reguetonero
Otra polémica, la publicación de la canción reguetonera 'Con altura' junto al cantante J. Balvin, que algunas voces puristas atacaron por situarse lejos del flamenco y de su estilo. Ella, sin complejos: “Es una música como otro cualquiera. Se puede disfrutar de todo tipo de música, y el reguetón por suerte es una música que se está recibiendo cada vez con menos prejuicios”.
5 – ¿Producto de marketing?
¿Se puede llegar a la cumbre sin ser un producto de marketing? ¿Que papel juega la comunicación en una artista de la proyección de Rosalía? “Entiendo que puede haber muchas opiniones sobre lo que es el marketing. ¿Ser creativo con la forma en la que presentas tu trabajo es marketing? Cualquier persona si se informa verá que he trabajado desde hace 13 años para llegar hasta aquí. Yo intento cuidar todos los detalles de mi música y me implico en como se presenta y en el momento en que es presenta. Intento ser coherente conmigo misma. Seria absurdo no cuidar los detalles en la comunicación si eres una persona detallista en todo lo que haces”.
Pim-pam, más claro agua. Quien quiera más que se acerque el sábado al escenario Pull&Bear a partir de las 21.55 h. Para entonces hablará menos y cantará más, pero siempre con las uñas bien afiladas.