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Orwell lo imaginó en una distopia lejana en '1984' y el 2020 esta haciendo realidad la gigante imaginación del escritor. La situación excepcional en la que nos encontramos ha acelerado la deriva tecnología basada en la videovigilancia y el control de la sociedad en la que ya estábamos inmersos antes de la pandemia. La nueva normalidad y el miedo a los rebrotes justifican, en más o menos medida, la presencia de cámaras y sensores en espacios públicos. Uno de los últimos ejemplos que demuestra esta tendencia ha sido el anuncio del ayuntamiento de Barcelona de controlar la entrada de gente a las playas con sensores y cámaras una vez se reabran para el baño en la fase 2.
Evitar masificar los andenes
Renfe también ha informado de su intención de usar las cámaras de videovigilancia para gestionar la entrada de gente en sus estaciones y así evitar aglomeraciones. De momento solo está probando el sistema piloto en las estaciones de cercanías de Cataluña y Madrid. En el caso de Barcelona la estación elegida es la de plaza Catalunya, lugar donde se han instalado cámaras inteligentes de videovigilancia que funciona a través de un algoritmo. Este sistema novedoso cuenta en tiempo real las personas, las maletas y las bolsas de los pasajeros, una información primordial para calcular el aforo mínimo para poder respetar las distancias de seguridad. En caso de masificación en los andenes, el sistema dará el aviso a los centros de controles y se aplicarán las medidas para poder desalojar o distribuir de forma segura a los usuarios.
El proyecto aún está en fase de pruebas pero se calcula que en mayo del 2021 ya estará disponible en las principales estaciones de las redes que gestiona Renfe y contará con un despliegue de 200 cámaras. En los próximos meses se instalará en las estaciones del Clot-Aragó, la Sagrera i Arc de Triomf.