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La marca de moda italiana Miu Miu celebró un club literario efímero en Milán el 17 y el 18 de abril. Inspirado en los salones literarios franceses, el evento invitaba a los asistentes a debatir sobre la obra de las escritoras Sibilla Aleramo (1876-1960) y Alba De Céspedes (1911-1997). Fue todo un éxito: con Julia Hobbs (de la British Vogue) como dinamizadora del evento, en el club literario de la alta costura no faltaron grandes nombres del momento como Arlo Parks, Tina Kunakey, entre otros artistas, cantantes, influencers e incluso algún escritor.
Esto no es nuevo: no es la primera vez, ni mucho menos, que moda y literatura convergen. La reconocida firma francesa Chanel también tiene un club literario y Valentino presentó el pasado 2023 la campaña “The Narratives” en colaboración con Belletrist, el club de lectura de la actriz Emma Roberts, quien colaboró con la tienda en línea SSENSE para seleccionar a los que serían los “it-books” del pasado verano.
¿De verdad lees estos libros?
En la primera temporada de 'The White Lotus' los personajes de Paula y Olivia, que encarnaban una hilarante caricatura de la generación Z, a menudo aparecen leyendo a Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Camille Paglia o Frantz Fanon al borde de la piscina. En una escena, Shane, otro huésped del resort de lujo, les pregunta: “¿De verdad estáis leyendo estos libros?”. A lo que ellas responden: “No, solo son accesorios. Tenemos un estilista que nos elige la ropa y después tenemos un estilista de libros que nos elige los libros”.
Aunque la respuesta de Olivia y Paula era claramente sarcástica, la profesión de estilista de libros existe y es cada vez más popular entre marcas de moda y estrellas de Hollywood. Los nombres de Sibilla Aleramo y Alba De Céspedes, al fin y al cabo, no salieron solos en las oficinas de Miu Miu, fue una estilista de libros la encargada de pensar y seleccionar escritoras que consiguieran representar la marca italiana desde la intelectualidad concreta que deseaban proyectar. En este caso, la encargada del Miu Miu Literary Club es Olga Campofreda, escritora e investigadora en cultura, lengua y literatura italiana y, también, estilista de libros.
Tal y como imagináis, su tarea es muy parecida a la que os tocará hacer por Sant Jordi a la hora de escoger el libro (quizás de entre los que recomendamos nosotros) que más gustará a vuestra madre, pareja, abuelo o a quien sea. El estilista de libros, pero, lo hace por una marca o un personaje público y, por tanto, el objeto deja de ser únicamente un “simple” libro para pasar a ser un poderoso símbolo de buen gusto y expresión propia. Si quien lo carga es Kendall Jenner ya no es un libro, es un símbolo de estatus.
Vivimos en una época en la que lo sabemos casi todo de nuestras celebridades: sus parejas, sus rutinas de 'skincare', el interior de sus hogares, el contenido de sus bolsos… Es normal, pues, que nos interesen también los libros que leen y que nos volvemos locos por descifrar cuál es el título que se intuye en el post de Instagram de Rosalía.
Un oficio controvertido
En fotos de paparazzi o en fotografías colgadas por sí mismos en sus redes sociales, los famosos nos dejan entrar de nuevo en su intimidad y nos muestran piezas de sus bibliotecas privadas. Siempre, claro, con una curaduría impoluta detrás. Por eso no a todo el mundo está a favor de que las 'celebrities' muestren sus libros de manera tan pública. Tal y como preguntaba Shane a Olivia y Paula en 'The White Lotus', muchos se cuestionan: ¿de verdad Gigi Hadid se está leyendo 'El Extranjero' de Albert Camus durante la Fashion Week de Milán?
Cuando un acto íntimo como la lectura pasa a ser público y fotografiado, ¿se convierte de forma automática en un acto fanfarrón y pretencioso? ¿Debemos soportar que alguien que ya es atractivo, famoso y adinerado, como son las hermanas Hadid, sea también una persona intelectualmente curiosa? ¿O ya es demasiado?
Evidentemente, si nos ponemos cínicos, es fácil ver que los clubes de lectura de la Dua Lipa o Sarah Jessica Parker no son recomendaciones literarias entrañables de nuestra cantante o actriz preferida, sino estrategias de marketing dentro de la construcción de su propio imperio. Cuando los famosos nos muestran sus intereses literarios, nos están vendiendo una imagen específica de su personaje y, a la vez, un libro. ¡Y no pasa nada!
Tal y como dijo Karah Preiss, estilista de libros y cofundadora de Belletrist con Emma Roberts: “Un libro no se hace barato de repente porque alguien lo lee. Y sobre la pregunta de: ¿Esta gente se lee los libros o solo se hacen fotos con ellos? Como a alguien a quien le gusta leer, realmente no me importa. La alternativa a fingir leer libros es no leerlos y no decir a nadie nada de ellos”.
Personalmente, a mí no me hace daño saber qué está leyendo Marc Jacobs esta semana en su “reading hour” o ver a Addison Rae llamar a los paparazis para que le hagan una foto simulando que lee el libro de Britney Spears por la calle, más bien al contrario, ¡me divierte!
Al fin y al cabo, aunque el título de estilista de libros sea relativamente nuevo, los famosos fotografiándose leyendo (o simulando que leen) han existido siempre, de la misma forma que ya teníamos ganas de saberlo todo de ellos antes de Internet. ¡Claro que queremos ver una fotografía de Marilyn Monroe leyendo ‘Ulises’ de James Joyce! ¡Claro que queremos saber cuál es el libro misterioso que Rosalía enseña en su Instagram! Y está claro que nos encanta ver que los famosos, al igual que nosotros, son simples mortales que se mueren de ganas de ser percibidos como personas inteligentes (aparte de atractivas, famosas y ricas) y que para ello necesitan ayuda de un profesional que les asegure que, bajo su criterio, tendrán el mejor gusto literario.