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El pastel de queso se ha instalado en el imaginario colectivo como un pequeño lujo (y sin duda lo es, sobre todo si lo compras en versiones gourmet como la de Jon Cake, elaborado con cuatro quesos: Parmigiano Reggiano 24M, Grana Padano 16M, Gorgonzola y Mascarpone). Pero un joven emprendedor, el licenciado en ADE por la Pompeu Fabra, Roger Bettosini, ha conseguido la pequeña gran gesta de vender porciones de pastel de queso –hechas por él mismo en el obrador de la tienda– a 0'99 céntimos la porción. Esto lo convierte en el pastel de queso más barato de Barcelona.
La idea de The 99 Cheesecake (Aribau, 42. De ma. a vi. de 15 a 22. Sá, y do. de 12 a 20 h) nació en un viaje a Nueva York "en el que nos preguntamos si sería posible replicar el modelo de negocio de 99 Cent Fresh Pizza pero con pastel de queso", explica Bettosini. "Ya sabes lo de la economía a escala: si compras grandes cantidades de producto y vendes mucho, al final sale a cuenta", dice el empresario de 22 años, que abrió su primera tienda física hace poco más de una semana. No es ningún truco de márquetin ni oferta de salida: la mantendrá a este precio.
¿Y qué lleva una tarta de queso de menos de un euro? Pues lo mismo que las demás: queso crema, nata, huevos, galleta, azúcar y harina. Pruebo una y no está nada mal: uno no es un erudito ni un 'connosseur' del 'cheesecake', pero me parece la mar de decente y cremosa, más si tenemos en cuenta que por ese precio no tienes mi un croissant apañado. La clave de todo, dice, "es poder ofrecer un producto premium a un precio muy barato". No son grandes porciones –la segunda marca más barata de la ciudad ofrece una porción un 50 % más grande– pero la verdad es que uno de estos contundentes triángulos es más que suficiente de postre o merienda.
La básica cuesta 0'99, las de chocolate blanco, cuatro quesos, cookies y crema y Lotus salen a 2'99 euros la porción, y se pueden añadir 'toppings' tan guarretes y tentadores como: Chips Ahoy, Nutella, Filipinos Blancos, Lacasitos, dulce de leche... Curiosamente, la tienda abre a partir de las 15 h por un motivo muy simple: "Hicimos un estudio de mercado muy directo. Preguntamos a cien personas a qué hora se comería una tarta de queso, y solo una dijo por la mañana".
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