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El verano empieza cuando Pilarín se tira de cabeza a la piscina. Tiene 83 años y la vemos por todas partes: en el anuncio del concierto de Els Pets y La Ludwig Band en Londres, en el de la nueva camiseta del Barça y en su Instagram en todo momento. Ahora, la dibujante ha creado un mural de 60 metros -¡el más largo de su vida!- en el muro del solar que Núñez y Navarro tiene en la calle Alfonso XII, en Barcelona, entre la calle Madrazo y Laforja. El muro que delimita el solar en obras se convertirá, en unos tres años, en una residencia para personas mayores, y el mural se podrá ver hasta que finalicen las obras. La iniciativa forma parte de NN Wallery, un proyecto que convierte muros de obra en espacios de arte gratuitos en la calle. No es lo primero que el artista tiene en Barcelona: en el 2022 ya hizo un mural en La Maternitat.
¿En qué te inspiraste para hacer el mural?
Como este espacio será una residencia para gente mayor, me pareció bien hacer el recordatorio de cómo las vidas de los abuelos y de los nietos son paralelas, incluso antes de nacer. ¡Los abuelos abren muchas puertas de la vida! Desde ir a las representaciones de teatro de los nietos, acompañarlos a la escuela, enseñarles a nadar y a ir en bicicleta… El mural tiene dos paredes que se encuentran en la esquina, y una de ellas comienza con la vida de un niño pequeño con los abuelos, hasta que la abuela cumple 83 años, ¡que es la edad que tengo yo! Y la otra pared sigue la vida de otro niño, que cumple 10 años, justo cuando se encuentra con la otra pared y el cumpleaños de la abuela. ¡Mirando el mural, seguro que niños, abuelos y abuelas se sentirán representados por situaciones que están dibujadas!
A lo largo de tu trayectoria has dibujado muchas cosas. Desde tus inicios hasta ahora, ¿qué dirías que ha cambiado?
Hace años, cuando trabajábamos por editoriales, nos llegó una nota de la Generalitat que pedía que añadiéramos a los dibujos padres haciendo cosas con los niños, gente que tuviese algún problema físico y gente de razas distintas. Pensé que tenían razón, que teníamos que ponerlo. Y después, claro, cambian cosas del entorno. Por ejemplo, yo en mis dibujos ponía muchas cabinas telefónicas. ¡Esto hoy en día ya sería tan antiguo! Y, en cambio, todo el mundo habla continuamente. En el fondo, las personas somos muy similares a la prehistoria, pero el entorno cambia, y te da muchas pistas para entender una época. En este mural, por ejemplo, veréis a alguien grabando con un móvil, porque ahora constantemente se hacen fotografías y se graban las cosas. ¡A mí me gusta mucho dar esta información!
Hablando de épocas: ¡estás muy activa en Instagram!
¡Piensa que no lo sé ni abrir! Pero nos lo miramos todos los días, decimos lo que queremos decir y contestamos tanto como podemos.
Tienes 83 años y transmites mucha vitalidad.
A mi madre siempre le decían que tenía mucha vitalidad, ¡y a mí me hacía gracia porque lo que no está muerto tiene vitalidad! Ahora me lo dicen a mí, a veces, y me sorprendo un poco. Supongo que hay un día que dices: “¡Ya tengo suficiente!”. Pero todavía no me ha llegado ese día. Me encuentro con ganas de hacerlo. Dicen que Picasso, en los últimos años de su vida, tuvo muchas ganas de trabajar. Parecía que no había terminado de hacerlo todo. Creo que a mí me está pasando ahora, voy pensando: "A ver si tengo tiempo para hacer esto, o lo otro". A esa edad, de sorpresas no tienes muchas. Por eso, este mural lo he vivido como una sorpresa formidable, ¡es la primera vez que hago uno temporal!
¿Qué te queda por hacer?
Me quedan muchas cosas por hacer. Un día, un galerista me dijo: "Tú que haces dibujos por libros, deberías hacer cuadros, también". ¡Y se me abrió un mundo! Y me ocurrió lo mismo con los murales. Pero más allá de los formatos, me queda algún tema. Me haría ilusión hacer, por ejemplo, algo de Joséphine Baker, esa bailarina fenomenal que dijo que si los niños de todas las razas vivieran juntos desde pequeños, nunca harían guerras. Y fue un gran simbolismo. ¡Me gustaría hacer algo sobre su vida!
En este país no hacemos grandes homenajes, pero tú, en cambio, tienes muchos reconocimientos, escuelas con tu nombre, bibliotecas… ¿Cómo lo vives?
Es una suerte muy grande que tengo que quizá no me la merezco, pero si la tengo, ¿qué tengo que hacer? ¡No puedo decir que no la quiero! Me siento muy honorada. Pero he llegado hasta aquí, ¡y eso hace mucho! A veces un artista es muy bueno, pero muere con 64 años y quizás no ha tenido tiempo que le hicieran mucho caso. Con esto he tenido suerte, ¡mira!
¿Qué referentes artistas tienes?
¡Hay cantidad! Admiro mucho a Roser Capdevila y Cristina Losantos. Pero también tengo mucha relación con la asociación de ilustradores, que son gente joven y competente, que trabajan muy bien. Cataluña da artistas de la ilustración. Es nuestra tradición, nuestro destino y nuestra riqueza.