[title]
Después de casi un siglo en manos de la misma familia, uno de los mejores chocolateros del mundo tomará el relevo al frente de la Pastelería Sans. Tras 97 años de trabajo, el emblemático negocio de La Bisbal de Empordà se despide de la tercera y última generación propietaria del local para dar la bienvenida a Oriol Balaguer, quien asegura que conservará todos los productos clásicos de los Sans, como el bisbalenc y el trufado de nueces. La carta de Sans apostará por una gastronomía dulce tradicional y artesanal, que se continuará elaborando en el obrador original de la tienda, además de añadir un espacio de caprichos salados con vinos, quesos y embutidos de la zona para fomentar el producto local. Este no es el primer proyecto centenario de Balaguer, sino que también es propietario de La Duquesita, una pastelería de 1914 en Madrid que también apuesta por los productos artesanales y tradicionales con un toque más gourmet.
El maestro chocolatero añadirá otros productos 'signature' como sus chocolates, trufas, bollería, hojaldre, panettone y el pastel 8 texturas, aunque no renunciará a productos como los famosos canelones y el clásico Bisbalenc. Modesto Sans Viñas, el fundador de la pastelería familiar, creó en 1932 uno de los postres más emblemáticos del Baix Empordà, considerado patrimonio gastronómico de la comarca: el bisbalense. El dulce elaborado a partir de una masa de hojaldre, cabello de ángel, piñones y azúcar ha cautivado a varias generaciones de la zona y de Cataluña, así como a personajes tan reconocidos como Salvador Dalí. Según ha publicado la misma pastelería en su perfil de Facebook, el Bisbalenc es una marca registrada desde 1966 y propiedad del establecimiento bajo el nombre Sans-Bisbalenc S.L. Según explican, la marca solo se puede utilizar cuando se refiere al postre creado por Modesto Sans Viñas y que solo se elabora en Pastelería Sans de La Bisbal d'Empordà.
Oriol Balaguer, uno de los mejores pasteleros del mundo
Cataluña tiene algunos de los mejores chefs del mundo como Ferran Adrià y Carme Ruscalleda, así como los mejores pasteleros como Lluc Crusellas y Oriol Balaguer. Estos últimos trabajaron en los mejores restaurantes del país hasta que pudieron iniciar sus propios proyectos, como es el caso de Balaguer con sus dos pastelerías. Antes de convertirse en propietario, el pastelero de Calafell estudió en la Escuela del Gremio de Pastelería de Barcelona y pasó por algunas de las mejores pastelerías belgas y locales hasta que entró en el equipo de Ferran Adrià durante seis años.
Con solo 21 años, fue escogido como Mejor Pastelero Artesano Español en 1993 y desde entonces no ha parado de recibir galardones, entre los que destacan el reconocimiento a Mejor Postre del Mundo por su creación 'texturas de chocolate', en 2001; Mejor Chef Pastelero de la Academia Internacional de Gastronomía, en 2018; y, en 2023, su pastelería de Madrid fue reconocida como la Mejor Pastelería de Madrid por la Academia de gastronomía Madrileña.