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El modelo educativo de diversas escuelas catalanas apuesta por el desarrollo de las llamadas inteligencias múltiples, un método pensado para potenciar las diversas capacidades intelectuales de los alumnos en fase de formación. Con el nacimiento de Ludófono, un prodigio en la innovación musical, muchos centros educativos podrán encontrar la oportunidad ideal para acercar a sus alumnos tres ámbitos musicales combinados en un solo instrumento.
Ludófono es el proyecto concebido por David Hernández Salazar, alumni de Elisava, la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona. El instrumento es una pieza híbrida formada por elementos de cuerda, viento y percusión. La idea ha sido proyectada con una intención didáctica para asegurar que los pequeños puedan descubrir hacia qué ámbito musical tienden. Por este motivo, las áreas del instrumento están bien diferenciadas y fomentan un aprendizaje musical activo y ameno.
¿Qué hace especial a Ludófono?
El invento, que ha sido seleccionado en la convocatoria de Elisava Crowdfunding Challenge, presenta una metodología basada en la asociación de los colores con las diferentes notas. El instrumento está hecho de madera y recoge una escala de colores, donde cada uno equivale a una nota musical en las áreas de cuerda y viento. En el ámbito de la percusión se han integrado dos zonas: una de golpe grave y otra de golpe agudo, con las que los niños podrán diferenciar los ruidos de alta y baja frecuencia. Aparte del valor educativo de Ludófono, que incluye aprendizajes básicos como saber afinar o amplificar, el instrumento también quiere potenciar el carácter lúdico que implica aprender a tocar.
Actualmente, el proyecto se encuentra inmerso en una campaña de micromecenazgo para profesionalizar el invento y hacerlo accesible para aquellos centros educativos que quieran incorporarlo a sus clases. Sin embargo, el instrumento ya se puede adquirir en la página web oficial.