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Por increíble que parezca, y pocos días antes de acabar un "annus horribilis", el 2020 todavía guarda alguna noticia de las que hace ilusión anunciar. De las que suman en la cuota de hechos positivos del año y que ayudan, poco o mucho, a hacer un balance no tan negro del año que estamos a punto de cerrar. ¡Y, alerta que lo más increíble es que tiene que ver con la cultura y no lo decimos el día de los Santos Inocentes! Nace la sala de conciertos La Deskomunal, un local con capacidad para 200 personas que combinará la oferta de música en directo con actividades por el barrio y restaurante.
Nacidos en pandemia
La sala de conciertos es la culminación de un proyecto cooperativo que nace a principios de año y que, sorpresa, también se ve obligado a frenarse por la pandemia. Sus impulsores, la mayoría socios de dos espacios cooperativos del barrio de Sants (Koitton Club- ya cerrado- y el bar Kop de Mà), salen adelante aún y las dificultades y abren la parte gastronómica de La Deskomunal. Se adaptan a la normativa con una oferta para llevar, algún vermut musical y menú diario. Y a puertas de acabar el año han sorpendido con el concierto de inauguración de la sala de conciertos, este pasado miércoles 30 de diciembre con las cantantes Anna Andreu i Marina Arrufat.
La noticia supone el toque final de un espacio cultural que quiere "ser un punto de encuentro del barrio y para el barrio" donde puedes encontrar oferta gastronómica y cultural de lunes a sábado. De su carta dicen que es "cocina casera, de calidad y de proximidad". Hasta ahora solo era esto, con un escenario de fondo que había servido por alguna charla o proyección, pero que a partir desde esta semana rompe el silencio para acoger el primero de los muchos conciertos que se vivirán en La Deskomunal.
Un espacio totalmente insonorizado donde la música podrá sonar, sin alarmar el vecindario, con una potencia similar a la de sala Apolo. El objetivo de esta nueva sala es programar conciertos y sesiones DJs cada día de la semana a partir del mes de marzo del año que viene y hacer de La Deskomunal un epicentro frenético de música en directo donde nadie pase hambre.
La Deskomunal se ubica en unas antiguas naves industriales transformadas en un espacio de trabajo cooperativo que comparten 7 empresas, La Deskomunal incluida. En el siglo XX había sido una importante fábrica de velas para barcos y desde principios del 2020, una vez inaugurada la reforma, acoge un enjambre de iniciativas empresariales.