[title]
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado las medidas para frenar la transmisión del Covid-19 en clave local; en palabras de la alcaldesa Ada Colau estas pasan también "bajar el ritmo de la actividad de la ciudad y hacer lo imprescindible para la vida cuotidiana".
De acuerdo con el anuncio de la Generalitat de la activación de la fase de alerta en Cataluña, a partir del jueves 12 de marzo se suspenden o aplazan las actividades de ocio, culturales y religiosas de concentraciones superiores a 1.000 personas; las actividades de menos de 1.000 personas se podrán celebrar ocupando sólo un tercio del aforo autorizado para permitir la distancia de seguridad entre participantes. La medida puede afectar equipamientos y espacios municipales de gran capacidad (Zoo, Tibidabo, Disseny Hub, Born Centre de Cultura, Sagrada Familia), además de repercutir en diferentes sectores económicos y de servicios.
En clave municipal, se mantendrán cerrados 58 centros de la tercera edad hasta el 27 de marzo y se limitarán las actividades grupales y colectivas en centros cívicos y bibliotecas, que igualmente regularan la afluencia según la recomendación de la Generalitat.
El Ayuntamiento pide "prudencia, sentido común, empatía y cuidado" por parte de la ciudadanía, y propone aplazar eventos no urgentes para dentro de quince días (esto incluye consejos de barrio, espacios de participación, inauguraciones de equipamientos, entre otros). Colau ha añadido que se reforzarán los ámbitos de salud y servicios públicos para proteger la part de la ciudadanía más vulnerable, los ancianos y los enfermos crónicos. Por ahora no están previstos el cierre de guarderías, de centros primaria y secundaria.
En referencia al transporte público, y pendientes aún de la reunión de mañana con los responsables de Tranports Metropolitans de Barcelona (TMB), el Ayuntamiento sugerirá medidas como la de aumentar la higiene y la frecuencia en los transportes, además de la creación de franjas horarias para evitar aglomeraciones en el metro u otros servicios.