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Las obras de la 'superilla' del Eixample empezarán en junio y transformarán las calles del Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona en un eje verde, sin asfalto y con prioridad peatonal. Así lo ha explicado Ada Colau, que hoy ha presentado el proyecto de definitivo para la 'superilla' del Eixample que tiene el objetivo de que Barcelona "se adapte los retos del siglo XXI y se convierta en un lugar mejor donde vivir".
La alcaldesa ha querido puntualizar que el proyecto de 'superilla' del Eixample no surge de la improvisación, sino que es la extensión "de un modelo que ya se ha probado en Sant Antoni y ha sido un éxito rotundo" y que, además, es "un modelo que queremos para todos los barrios de la ciudad".
La 'superilla' del Eixample se materializará durante el primer trimestre de 2023, después de 8 meses de obras, y será entonces cuando se podrán empezar a ver los cuatro ejes verdes de Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell, y las cuatro plazas que habrá en los cruces.
Menos asfalto, más verde
La teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, ha explicado los detalles de la 'superilla', en la que desaparecerá el asfalto y se utilizarán como pavimento materiales como el panot y el granito. El terreno será permeable para aprovechar el agua de la lluvia y se eliminarán las aceras, por lo que las calles serán 100% accesibles.
Además, el verde será el protagonista: aunque día de hoy la vegetación ocupa el 1% del distrito del Eixample, después de transformación supondrá el 12% de la vía gracias a los 400 árboles nuevos y 7.930 m2 de especies arbustivas y vivaces que se van a plantar.
Los peatones serán los protagonistas, los vehículos agentes invitados
La 'superilla' del Eixample se caracterizará por una evidente preferencia al peatón. Esto se conseguirá dejando de garantizar a los vehículos privados largos recorridos rectos, ya que, como ha explicado Janet Sanz, "la idea de atravesar de punta a punta la ciudad con un vehículo debe ir desapareciendo". Por otra parte, solamente se admitirá la circulación a baja velocidad –10 km/h– fundamentalmente de los vecinos y vecinas y servicios y emergencias.
Plazas en las que hacer vida
El objetivo de la 'superilla' será generar espacios para el uso comunitario y social. Para ello, se habilitará mobiliario urbano muy diverso como bancos, mesas y espacios de juego infantil. Además, las plazas van a ganar protagonismo. En los cruces de Consell de Cent con Comte Borrell y Girona, se hará una plaza más cívica, un espacio más neutro y flexible, mientras que en los cruces de Rocafort y Enric Granados apuestan por un espacio muy parecido a un jardín donde se potencien las actividades de estancia.
Más allá de estas las 4 grandes plazas, aparecerán 31 plazoletas nuevas en los cruces con las calles transversales. Serán de 1.450 m2 cada una, quedando divididas en dos ámbitos de 725 m2 a cada lado del cruce, que servirán como lugares de estancia, espacios de juego infantil y permitirán un recorrido a pie continuo, amable y tranquilo.
Alumbrado público actualizado
La iluminación cambiará siguiendo los planteamientos del urbanismo feminista. En vez de ser pensada para iluminar la circulación de vehículos, el alumbrado será a escala humana, con farolas más bajas situadas en el centro de la calle para que queden mejor iluminadas, y se ubicarán en el centro de la calzada.
Apoyo al comercio de proximidad
La supermanzana del Eixample comparó con una distribución muy estudiada de los servicios necesarios, que favorezca el paseo de la ciudadanía y las compras en los comienzos de proximidad.
Este proyecto se aprobará y se licitará en los próximos días para empezar las obras en Junio. Así pues, el Eixample, que de momento es la zona de la ciudad con el índice de contaminación más elevado, ganará 58.000 m2 peatonales.