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El Govern ha aprobado el proyecto de mejora de la calle de Balmes, entre la plaza de Molina y la ronda del General Mitre, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. De hecho, la transformación que se llevará a cabo en este tramo será similar a las partes inferiores de la misma calle –desde Gran Via hasta la plaza de Molina–, que se han ido remodelando en los últimos años.
El objetivo de esta continuidad de la transformación es conectar mejor los barrios de Sant Gervasi-Galvany y el Farró y ganar espacio peatonal, con aceras más anchas y más zonas verdes. En este sentido, se prevé que las aceras tengan una anchura de unos 4,35 metros a cada lado (1,90 metros más que el tamaño actual) y que se planten 110 árboles en alineación.
Para poder realizar estos cambios, la calzada deberá reducirse de los 15 metros de anchura a los 11,20 metros, por lo que se pasará de cuatro carriles de circulación (dos por cada sentido) a tres: dos de subida en sentido montaña y uno de bajada en sentido mar, donde se ubicarán los contenedores, las paradas de bus, 130 metros lineales de carga y descarga, 147 plazas de aparcamiento para motos y cuatro plazas de aparcamiento para vehículos de personas con movilidad reducida.
Aparte, para facilitar los desplazamientos, se harán nuevos pasos de peatones en plaza Molina, en Sant Hermenegild-Copèrnic (lado mar) y en Padua (lado montaña), así como aceras pasantes en los cruces con la calle de Putxet, la de la calle de San Hermenegildo - Copérnico, y el de Francolí. Además, se renovará el pavimento de todo el ámbito y se mejorará el sistema de recogida de aguas.
La superficie total renovada será de unos 15.000 m² y se prevé que las obras empiecen en otoño y duren quince meses.