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A pesar de la arrolladora dimensión mediática y 'showman' de Marc Ribas recordemos que es un cocinero de los buenos y un empresario con olfato, con grandes restaurantes en su currículum, entre ellos Matís o la Taverna del Ciri). Y a principios del 2022 abrirá una hamburguesería, La Brutal, en el centro de Girona ciudad: donde estuvo el histórico Museu del Vi, un restaurante de cocina catalana que abrió en 1977 y cerró recientemente por jubilación de los propietarios (y donde el 80% de los habitantes de la provincia han cogido una buena cogorza al menos dos veces en su vida). "Estoy muy contento de estar allí", explica, "sobre todo por lo que significa el Museu del Vi en Girona. Por eso hemos querido respetar al máximo el recuerdo del local, y me da la impresión de que lo hemos conseguido".
Que nadie espere "un 'diner' o un 'drive-in' a lo años 50's', con 'juke box' y personal estilo rockabilly. Yo soy un tipo rústico, y todo lo que habrá dentro también será rústico", vaticina. El eslogan del local da muchas pistas sobre la carta: Hamburguesas, vinos y territorio. "Proximidad y sostenibilidad son los pilares de la cocina ahora mismo, y también lo son de mis negocios". Las hamburguesas estarán hechas de ternera de Girona, de pollo Rei del Galliner –granjas catalanas con pollos cómodos y bien comidos– y cerdo Ral d'Avinyó.
¿Y cómo serán las hamburguesas? Ribas precisa que el pan lo harán ellos, "con material noble y de proximidad, como todo lo demás. Y no serán hamburguesas americanas de tamaño descomunal, que te desencajan la mandíbula como si fueras una pitón, sino de tamaño normal". No habrá ni ketchup ni mostaza, "sino salsas cogidas del recetario catalán desde la edad media. Nos referiremos al territorio catalán a través de una hamburguesa o un hummus de Santa Pau".
Pero no os imaginéis una 'burger' de 'escudella i carn d'olla' o unos fideos a la cazuela entre pan y pan, sino más bien una hamburguesa de ternera de Girona con un pan hecho con cebolla de Figueres y una salsa de romesco verde, por ejemplo. "Quiero hacer cosas con sentido, y vestiremos la hamburguesa con elementos catalanes, pero no vamos a convertir platos típicos catalanes en hamburguesa". Las hamburguesas serán el plato principal, pero también habrá entrantes (que no guarniciones). Y también una apuesta potente por los vinos de la tierra y embutidos y quesos artesanos, protagonistas en horario de vermut y 'after-work'. El ticket será de unos 30 euros. Barcelonés colonizado por el taco y la gyoza, este es un motivo para acercarse a Girona... ¡Brutal!
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