[title]
Si sois 'fashionistas', fanáticos de las series románticas o simplemente habéis entrado a las redes sociales en los últimos días, seguramente ya sabréis que 'Emily in Paris' ha vuelto a Netflix con el estreno de primera mitad de la cuarta temporada. Si tenéis dudas de si los nuevos capítulos estarán a la altura, no os preocupé porque esta cuarta temporada tiene todo lo que espera del espectáculo dirigido por el creador de 'Sex and the city', Darren Star: vestidos de alta costura, chefs de moda y triángulos amorosos. Y, como es habitual, hay decenas de lugares elegantes, fabulosos y únicos de toda París y Francia que han servido como escenario de algunas de las escenas más icónicas, muchos de los cuales podéis visitar para vivir vuestra fantasía parisina, incluso si tenéis un presupuesto ajustado.
"En la primera temporada conocimos la ciudad desde la mirada ingenua con la que la veía Emily", explica el director de series y productor ejecutivo Andy Fleming en Time Out. "Como estadounidense, no veo los grafitis ni la basura: veo calles bonitas y la emblemática vista de la Torre Eiffel. Pero a medida que ha avanzado la serie, realmente hemos intentado encontrar un París secreto. Si vamos a un lugar y la gente francesa del equipo dice: "No conocía ese sitio", entonces sé que lo hemos hecho bien".
¿Qué visita Emily en la temporada 4 de Emily in Paris?
La casa de Claude Monet en Giverny
Giverny es un sitio sagrado. No está demasiado lejos de París, y es una excursión de un día encantadora, aunque si lo prefiere, también se puede quedar. En realidad es como entrar en un cuadro de Monet. El interior de la casa del pintor es bonito por los colores: la cocina amarilla y el comedor azul contrastan con el rescoldo que transmite la vivienda que tanto inspiró al artista. Si vais, no os podéis perder el gran jardín que da a su casa y que tiene parterres a ambos lados. Desde allí podéis pasear por el estanque y mirar el icónico puente de media luna, el mismo puente de la pintura 'Puente sobre un estanque de nenúfares'.
Bouillon Chartier
París está lleno de estas cosas que se llaman 'bouillons', unos locales que originalmente eran lugares donde podías degustar maravillosas sopas. Suelen tener habitaciones muy bonitas, pero la idea es que todo el mundo pueda disfrutar de una comida completa y sin que se salga del presupuesto. Cuando cierran las puertas a los clientes, los cocineros aún suelen quedarse un rato charlando y pasando el rato.
Club Boxing Templo Noble Arte
"Grabamos en un gimnasio de boxeo muy bonito en el episodio uno", explica Andy Fleming. El Club Boxing Temple Noble Art tiene un diseño precioso, además de ser muy fotogénico y elegante –sí, estamos hablando de un gimnasio–. "Tenía un techo genial y no era como ningún gimnasio que hubiera visto nunca. Era muy francés. Les encanta el buen diseño", asegura Fleming.
Le Bar Josephine en el Hotel Lutetia
El bar del Hotel Lutetia es el mejor lugar para tomar un Kir Royale, el cóctel preferido de Emily. Lutetia es sin duda el mejor hotel de la zona de Saint-Germain-des-Prés; un sitio muy acogedor y muy antiguo que se restauró en la última década. El bar es precioso y tiene unos techos altos, en los que encontraron unos frescos que se habían escondido detrás del estuco durante años y que también se restauraron.
La Grande Épicerie de París
La Grande Épicerie es como el Harrods francés, pero no está tan apretada como los grandes almacenes de Londres. Tiene productos frescos, todo tipo de vinos, un departamento de quesos y panadería, y todos estos pequeños quioscos donde tomar bocadillos, una tortilla, caviar, o alguno de los 27 tipos de trufas que ofrecen.
Hotel Plaza Athénée
"El Plaza Athénée es un poco como nuestra casa, hemos rodado allí cada temporada", explica Fleming, "creo que se podría hacer una idea del universo de 'Emily in París' solo visitando este sitio". Si vais, podéis sentaros en el vestíbulo y comer un bocadillo que, probablemente, no olvidará nunca.
Galería-Musée Baccarat
El museo del Baccarat es donde se grabó la escena del baile de máscaras y es uno de los grandes secretos de París. Es una tienda de baccarat, pero también un museo: hay una sala de baile, tiene una cafetería y el diseño deja boquiabierto a todo el mundo que entra. Es una antigua mansión construida por una familia francesa muy rica en el siglo XIX y es uno de los sitios más bonitos de París. Además, aun estando justo en el corazón de la ciudad, es encantador y tranquilo, como una especie de oasis en medio de la gran ciudad.