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El encarecimiento de Barcelona se ha notado en muchos sectores de la ciudad. Desde los precios de los alquileres, un sector que ha batido récords históricos, hasta las habitaciones de hotel y ahora también en los precios de los taxis de Barcelona y el Área Metropolitana. El pasado año, el coste medio de un viaje en taxi aumentó entre un 5,2% y un 6,2%, según las diversas tarifas. Pese a que en 2024 los precios no se dispararán tanto, habrá un incremento del 2,9% respecto al coste del servicio de 2023.
El Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) ha justificado la medida con el aumento del precio de los costes directos e indirectos como gasolina, salarios, mantenimiento, seguridad social y parkings de la ciudad. Sin embargo, la propuesta no ha gustado a algunos sindicatos como Élite Taxi, que se ha mostrado muy crítico con el método del IMET para calcular las tarifas, ya que ofrece más beneficios a los trabajadores autónomos que a los asalariados, según el sindicato, razón por la que muchos se están haciendo autónomos.
Además de criticar los precios establecidos por el IMET, Élite Taxi también se mostró contrario a las tarifas cerradas. El sindicato reclama que desaparezca la tarifa 3, que es la que permite ofrecer un precio cerrado a los clientes que reservan sus servicios a través de aplicaciones móviles como Uber y Bolt. Para justificar su postura, aseguran que la T3 "pone en riesgo la viabilidad económica del taxi", ya que muchas veces no llegan a cubrir los gastos del servicio.