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En tiempos de crisis hay quien come y también quien hornea. Y, teniendo en cuenta lo que hemos visto en Internet los últimos días, puede que estéis en la segunda categoría. La de los intrépidos y creativos brujos de la pastelería que han encontrado la manera de hacer más entretenida la cuarentena con creaciones ingeniosas. Y, nos atrevemos a decir que... ¿deliciosas?
Hemos visto todo tipo de pasteles de todo el mundo. Están los de papel higiénico, confirmación comestible que la doble capa es la nueva moneda global. Y confecciones muy elaboradas, como la botella de Lysol, que no sabemos si darle un mordisco o usarla para rociar. O los verdaderamente llamativos, con mensajes divertidos y fuera de tono, que nos hacen reír tanto que olvidamos brevemente lo que está pasando y encontramos un poco de humor en todo ello.
Los que nos hacen recordatorios diarios
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