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Los hermanos Roca abren un bar de tapas y vinos a precios populares y sin listas de espera

Vii es un bar de vinos que rinde homenaje a las tapas y platillos de sus padres y a los vinos naturales

Ricard Martín
Escrito por
Ricard Martín
Editor de Menjar i Beure, Time Out Barcelona
Vii
Foto: El Celler de Can Roca Vii
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Por poco que conozcáis Girona ciudad, seguro que habéis paseado por la Plaça del Vi en busca de un buen restaurante. Y también hay muchas posibilidades de que hayáis comido o tomado algo en el número siete de esta plaza, un bar clásico con fachada icónica que tiene una de las mejores localizaciones de negocio de hostelería de la ciudad. Si paseas por Girona, pasas por delante sí o sí. Y la noticia es que los hermanos Roca acaban de abrir allí el bar Vii (Plaça del Vi, 7), un establecimiento que rinde homenaje al Bar Roca, el restaurante de menú y tapas de los padres de los hermanos Roca. Vii abre todos los días de 13 a 23 h, y a diferencia del Celler de Can Roca, con listas de espera de un año, es posible hacer reserva de un día para otro.

La cocina está inspirada en el Bar Roca de los años setenta y en la tradición catalana, y hace énfasis en el vino natural: Audrey Doré, jefe de sumilleres de El Celler de Can Roca, es la directora del local, y el jefe de cocina es David Freijomil, que ya lo fue durante la anterior etapa del bar, llamado Plaça del Vi 7.

Vii: tapas y vinos con el sello de los Roca
Foto: El Celler de Can RocaVii: tapas y vinos con el sello de los Roca

El nombre puede parecer algo esotérico: "Vii" remite a "vino y..." cualquier comida que le acompañe, prestando especial atención al pan y al aceite. O sea que en la carta abundan preparaciones suculentas y para mojar pan: fritos, confitados, escabeches, platillos de cocina de fonda (que lo diremos una vez más, ¡no son platos pequeños sino guisos de cocina catalana!) y cocas y bocadillos.

Bocadillo de riñones al jerez de Vii
Foto: El Celler de Can RocaBocadillo de riñones al jerez de Vii

La mayoría de los platos de la carta tienen el toque de personalidad marca de la casa que elevan al plato por encima de las tapas de un bar estándar. Como, por ejemplo, una ensalada rusa con alcaparra y piparra, un conejo escabechado con verduras de su huerta propia, el Mas Marroch, y un imponente apartado de bocadillos y cocas, donde destaca un mollete de riñones al jerez, o una coca de pan con tocino a la pimienta negra y queso Idiazábal. Y todo ello manteniendo unos precios en torno a unos 20 euros por cabeza, vinos aparte.

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