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Ver las calles llenas de flores, paradas y libros es uno de los momentos del año que más esperamos todos los catalanes. El día de Sant Jordi, si hace buen tiempo, siempre es motivo para salir y llenar las calles de rosas y cultura. Este año, el día 23 cae en domingo, aunque no es una buena noticia para todo el mundo, ya que los comercios no podrán abrir para la fiesta.
La regidora Montserrat Ballarín, ha explicado que la Generalitat, quién lo tiene que autorizar, no ha aprobado la petición de Barcelona Oberta de añadir el día de Sant Jordi entre los 10 domingos festivos que pueden abrir los comercios, como decreta la normativa del Gobierno. A principios de año, la Administración elige 8 días y el Ajuntament los dos restantes, y ninguno de ellos añadió el domingo 23. Solo la Generalitat puede autorizar de forma excepcional un cambio que, en este caso, han rechazado.
Esta negativa significa que el día de Sant Jordi solo podrán abrir aquellos comercios que tengan más de 300 m², como cualquier otro domingo del año, además de las paradas de libros y rosas que ya son habituales.
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