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Los búnkers del Turó de la Rovira, un mirador privilegiado de Barcelona, sufrirán cambios a partir del 2021, ya que se cerrarán de noche. Según declaraciones de Rosa Alarcón, concejala del distrito de Horta-Guinardó, en Betevé "los búnkers han sido uno de los diez lugares donde la Guardia Urbana ha tenido que actuar más en confinamiento por la gran afluencia de personas".
Debido al cierre perimetral, los barceloneses hemos tenido que buscar lugares de ocio y recreo dentro de la misma ciudad, y los búnkers del Carmel han sido uno de los lugares más elegidos, al igual que las playas, Montjuïc y Collserola. El problema es que la gente iba de noche, cuando estaba prohibido, causando muchas molestias a los vecinos de la zona.
Según Alarcón, esta medida hace tiempo que se trabaja, y ya hace un año que se acordó el cierre de los búnkers con los vecinos. No solo para garantizar su tranquilidad y seguridad por la noche, la concejala ha manifestado que un tema preocupante es que "estábamos perdiendo una parte de la memoria histórica de la ciudad con la destrucción por vandalismo de la parte que conservábamos de las baterías antiaéreas de la República, más una parte que para mí, sentimentalmente, que también es muy importante, que son la parte de barracas que conservamos y que se estaban viendo afectadas".
Esta actuación en el Turó de la Rovira que comenzará en 2021 consistirá en unas vallas de dos metros que, según la concejala, se ha hecho para que estén integrados en la montaña y "se seguirá pudiendo disfrutar de las vistas de la ciudad, pero de día". También habrá vigilancia, como ya la hay ahora mismo, y el horario de cierre aún está acabando de perfilar, pero todo indica que podría ser a partir de las 20 horas.