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La expresión de "no llames al mal tiempo" se cumple casi siempre si de lo que se trata es de prever la evolución de la pandemia en Cataluña. El puente de la Constitución, la gran prueba de fuego del plan de desescalada de la Generalitat, parece que ya da las primeras señales de un claro aumento de contagios. Todos los indicadores vuelven a los niveles negativos que parecíamos haber dejado semanas atrás. La situación no es buena: la velocidad de propagación, con el cálculo basado en los tests de antígenos y no solo con los de las PCR, indica que la tasa de contagios se encuentra en el 1,45 en Cataluña. El riesgo de rebrote también está al alza y ha habido un aumento de muertes de un 40% más que la semana anterior.
Barcelona sigue la tendencia ascendente de casos y en las últimas horas yas se han registrado unos 280 más y el índice de rebrote se sitúa en 216 por cada 100.000 habitantes. La tasa se acerca a la media catalana situándose a 1,30 Rt.
¿Peligra el plan de Navidad?
El secretario de Salud Pública ha sido tajante y ha reconocido que el escenario que describen los principales indicadores demuestran que "vamos muy mal". Argimon justifica el crecimiento exponencial de casos, más de 11.000 en la última semana, al exceso de interacción durante el puente de Diciembre y llama a tomar decisiones para detener la expansión del virus. Las autoridades sanitarias temen que las fiestas de Navidad pueden empeorar una situación que ya está al límite, aunque los ingresos en la UCI, uno de los indicadores más importantes, sigue estable con un balance de 365 pacientes.
Argimon, que aseguró en el Diario.es que ya nos encontramos en una "tercera ola", es partidario de endurecer el plan navideño para evitar males mayores una vez pasadas las fiestas. Lo que está prácticamente seguro es que no se vivirá un cambio de tramo teniendo en cuenta el empeoramiento de las cifras.