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Contra el alud de tendencias pasteleras extranjeras que nos invaden –se hace más fácil encontrar un 'cinnammon roll' que un borracho o incluso un buen chucho– y contra las especialidades delirantes –donut relleno de cola de buey! uno se siente reconfortado de encontrar algo nuevo y autóctono y que es bueno y coherente: os presentamos la pastelería especializada en ensaimadas Menudas (Languedoc, 23), en el corazón de Sant Andreu.
Tras su impresionante puerta de madera, hay expositores de ensaimadas dulces y saladas que reúnen hasta 25 recetas distintas. Algunas, dentro de la singularidad, pueden parecer clásicas (y de hecho lo son): la de crema, la de yema de huevo quemado, la de nata con fresas... Y pasamos a la fantasía. ¡Os esperan ensaimadas de chocolate blanco y fruta de la pasión, de tiramisú o incluso de galletas Oreo! Esto por la parte dulce.
Por la salada, estamos en un terreno que puede llegar al bizarro. ¡Hablamos de ensaimadas de pizza, o incluso de tortilla de patatas con cebolla! Ante mi escepticismo, Mercè, la encargada de la tienda, me hace probar la de butifarra negra con piñones. Recién hecha, el contraste de dulce y salado es el la mar de bueno y la masa es ligera y esponjosa.
¿Pero ya tienen ventas para tanta especialización? "Pues sí, cada día sobran muy pocas, porque es un producto artesano que hacemos todos los días y es muy versátil", me explica Mercè Sànchez, la encargada de la tienda. Y corrobora esta frase un enjambre de vecinos que vienen a llevarse varios cortes variados por cabeza. El corte de ensaimada cuesta 2,90, y una de mediana entera cuesta 24 euros, y la grande 31. Se pueden hacer cajas grandes y pequeñas con cortes variados, e incluyen un pequeño juego de mesa de cartón que en los cumpleaños funciona el mar de bien, me dicen.
Paso al obrador, y ahí está el pastelero Alfred Duque haciendo ensaimadas. Con 40 años de experiencia en pastelería, comenta que puede llegar a hacer unas 300 al día. La masa es la de toda la vida: agua, azúcar, harina, huevos, mantequilla y manteca, con los rellenos que toquen, y a reposar 12 horas antes de horno (también me asegura que los rellenos de pastelería como la crema o el cabello de ángel son de la casa). "Ha venido gente de Menorca que las ha probado y nos han felicitado", explica orgullosa Mercè. El mejor día para disfrutar, probar y escoger son los viernes y vísperas de festivo, cuando tienen el máximo de variedades posibles en exposición.
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