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La calle Pi i Margall se convertirá en un eje verde orientado al paseo, que favorezca la movilidad sostenible, el comercio de proximidad y que conecte el parque de la Ciutadella con Collserola. La semana pasada se aprobó el proyecto ejecutivo para transformar esta vía, que incluye varias actuaciones similares a las que se están llevando a cabo en otras calles de Barcelona, como la Via Laietana.
Después de las obras, que empezarán el mes de junio, la calle será más agradable, saludable y habitable. Con el peatón y la movilidad sostenible como prioridades, la transformación de la calle Pi i Margall quiere favorecer el comercio de proximidad de la zona.
En cuanto a la circulación de la calle, se pacificará su calzada. De las dos terceras partes del espacio destinado ahora a los vehículos que existen actualmente, se pasará a un 70% de la calle destinada a las personas. De subida, Pi i Margall tendrá un carril para buses y tráfico local y un nuevo carril bici segregado, y de bajada habrá un carril compartido para buses, tráfico local y bicicletas.
Además, el asfalto dará paso al verde: Actualmente, 20 de los 30 metros del ancho de la calle son de calzada, pero la nueva sección dará la vuelta a la situación con la plantación de 142 árboles, de más de veinte especies diferentes, que se colocarán según las zonas de sol y sombra. Con el aumento de vegetación se conseguirá un 80% de sombra en la calle.
En los cruces con las calles principales se crearán cuatro nuevas plazas que mejorarán la transversalidad y la comunicación entre los barrios del entorno. Además, también se colocarán nuevos bancos y sillas y se aumentará de 8 a 14 el número de pasos de peatones.
Este proyecto de reforma tiene un presupuesto de 13,6 M€ y sus obras durarán unos 17 meses. La transformación de la calle de Pi i Margall responde al nuevo modelo de calle del siglo XXI que se está aplicando a grandes ejes de ciudad como la avenida Meridiana, la Diagonal o la Via Laietana.