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Las playas de Barcelona no disponen de la mejor fama en cuanto a limpieza. Si te has bañado en alguna de ellas sabrás perfectamente cuál es la sensación de la bolsa del súper pegada en tus pies o que una lata de cerveza te rodee mientras flota felizmente en busca de algún destino. También hay decenas de estudios que contradicen estas leyendas (o no) marítimas y que las playas de Barcelona gozan de buena salud medioambiental. Sin embargo, no podemos estar orgullosos del estado del mar, el último estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza que lleva a cabo la asociación ecologista WWF ha publicado unas cifras sobre la costa barcelonesa que no son demasiado esperanzadoras, bien el contrario.
La segunda costa del Mediterráneo más contaminada de plástico
Los números no engañan y nuestra parte de litoral vierte nada menos que 26,1 kilos de plástico por kilómetro. Una cantidad aberrante que nos posiciona segundos en la lista de costas que más plástico aporta a nuestro apreciado Mediterráneo. Solo las playas turcas nos superan con 31, 3 kilos de residuos y completa el podio Tel Aviv con una tercera posición y 21 kilos por kilómetro. Valencia es la otra ciudad del arco Mediterráneo español que ocupa posiciones altas en este ránking vergonzoso con 12,9 kilos de basura en forma de plástico.
¿Hay futuro?
Esta última semana se ha celebrado el World Cleanup Day 2019, una jornada mundial dedicada a limpiar el planeta que, en nuestra ciudad, Emergencia Climática ha enfocado en una limpieza voluntaria de las playas y espigones de Barcelona. En la ciudad se está viviendo una transformación verde histórica con proyectos sobre la mesa como el de crear nuevas 3 nuevas supermanzanas, la apertura de tiendas libres de plástico o las manifestaciones ecologistas de cada viernes en la plaza Sant Jaume. Las predicciones, a pesar de los buenos actos, no son demasiado esperanzadores y se calcula que en 2050 ya habrá más plástico al mar que peces. La misma WWF denuncia en el citado estudio que el 65% de todos los envases de plástico que acaban en el Mediterráneo son envases simples y de un solo uso, suponiendo la presencia de medio millón de toneladas de nuevo plástico cada año al mar. O, lo que es lo mismo, 33.800 botellas de plástico por minuto.