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El restaurante Xerta del hotel Ohla Eixample hace años que es la embajada gastronómica del Delta del Ebro en Barcelona. Y desde hace poco, Xerta Tapas, el hermano pequeño y más informal del local de Fran López, ha cedido su espacio a una propuesta más singular: Kintsugi, cocina japonesa a base de productos de, efectivamente, el Delta.
Aunque a priori la idea pueda sorprender, bastan dos palabras para ver que todo encaja: arroz y pescado. Dos de los productos estrella de la zona son también claves en la cocina japonesa, así que Héctor Ribeiro, al frente de la cocina y la barra de sushi, tiene buen material para trabajar.
Natural de Mozambique, el restaurante Sukomi de Tortosa ha sido su último proyecto. Un concepto de sushi y Delta que ahora luce en todo su esplendor y mucho más libre en el especio de Kintsugi, situado a pie de calle en el hotel y con una zona de mesas y de barra, donde se sirve el menú Omakase (100 euros por persona) a un máximo de ocho comensales. Mejor seis, matiza él mientras corta los pescados con los cuchillos que, por cierto, él mismo elabora. Ocho aperitivos, once piezas de sushi y dos postres componen este degustación que cambia cada semana y que, como manda la tradición nipona, queda siempre en manos del chef, el 'itamae'.
El buen pescado, mucho del Delta, otro traídos desde Japón, como el 'hamachi' (el pez limón), lo dábamos por hecho. Pero es el arroz perfecto del sushi lo que realmente delata el nivel de un restaurante del este tipo. Cocción y el punto perfecto de vinagre -está, pero apenas se nota- y la presión justa para que no se desmorone, pero se suelte nada más entrar en la boca.
Conviene dejar los palillos y comer este excelente sushi con las manos
Cada pieza se prepara y se sirve al momento, algo clave en una buena barra de sushi. De hecho, este es un buen lugar para poner en práctica una de esas normas de protocolo a veces desconocidas respecto a este plato japonés: se puede comer con la mano. De hecho, en este caso es muy recomendable olvidarse de los palillos. En los aperitivos, con ese preciosismo en presentación y platos de servicio que tanto gusta en la cocina japonesa, luce también mucho el Delta. Tártaro de caballa, ostra con médula de atún, verduras en tempura con espardenyes… Especialmente rico está el chapadillo de anguila a modo de 'katsu sando', el bocadillo japonés. El Delta de Ebro, capital Tokio.
Además del menú Omakase en barra, en las mesas se puede optar por carta, por un menú degustación sin sushi (80 euros) y una especie de menú ejecutivo a 35 euros por persona que puede ser una buena puerta de entrada para asomarse al lugar. En la carta de vinos conviven champanes con vinos orange y sakes. Habría que cuidar más la presencia de vinos de la zona ya que hablamos de Tarragona (Terra Alta tiene cosas magníficas), y un maridaje con sakes encajaría muy bien. Nos cuentan que están en ello.
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