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Para escoger el juguete perfecto para ti, hay algo que tienes que preguntarte antes: ¿disfrutas más con uno fiel a la realidad, con venas, pelos y formas similares a las del cuerpo y a los genitales o prefieres dejar volar la imaginación y probar formas fantasiosas, texturas sorprendentes y colores extravagantes? Tanto si te excitas más con un juguete realista como si te pone lo más abstracto, hay un juguete para ti.
Para amantes del realismo
Quién quiera un juguete que le recuerde a los mangos que se ha ido encontrando (o que le gustaría encontrarse), tiene infinitas opciones de vibradores. Algunos son suaves y esponjosos, pero con la dureza perfecta para explorar los orificios del cuerpo. Otros, con estrías, aspecto carnoso y movimientos de vibración y rotación, hacen las delicias en las zonas erógenas. También existey la opción de compartir una experiencia atrevida con el amante o pareja de turno con un 'dildo' realista que tiene un glande en cada extremo: doble o nada.
Si lo que se busca es un masturbador de pene con una experiencia lo más realista posible, se puede optar por una recreación de una boca humana con dientes, lengua y amígdalas suaves y blandas hechos de ciberpiel. Y, quien dice una boca, dice una vagina llena de detalles, ondulaciones y sinuosidades o un torso masculino con genitales y un agujero esculpido por los dioses.
Para una experiencia abstracta
Pero si se prefiere dejar volar la imaginación y experimentar con nuevas formas y texturas, también hay juguetes con un diseño de lo más original, divertido y ergonómico.
Los amantes de la alimentación ecológica y del medio ambiente pueden probar el vibrador en forma de berenjena, de pepino o de zanahoria. Otro juguete divertido es una pequeña ballena rosa que nada y vibra dentro de la vagina, alrededor del ano. ¡Y cuando el succionador de clítoris ya aburre se puede recurrir a otro con forma de helado!
Para conseguir una estimulación de otro planeta, el 'dildo' alienígena está pensado para hacerte ver las estrellas, mientras que la cápsula masturbadora en forma de panal de miel ofrece una masturbación la mar de dulce.