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Mal a quien le pese, el pastel de queso ha venido para quedarse: es un elemento que ha quedado fijado en el inconsciente colectivo comestible, bien sea en restaurantes de alta cocina como Fismuler y su célebre pastel de queso, como en 99 Cheesecake, tienda-obrador en la que Roger Bettosini ha logrado la hazaña de vender una porción de pastel de queso (decente) a 0,99 céntimos (y no es una promoción, sino una base del negocio).
Pues la legión de fanáticos de este contundente placer, dulce, salado y poco cuajado, ya se pueden dar un canto en los dientes: JonCake, el emblema del pastel de queso en Barcelona, acaba de abrir una nueva tienda y cafetería: JonCake & Coffee está en la calle Sant Pere Més Baix 36 (De lu. a vie. de 10 a 22 h). Ha anunciado en sus redes que dentro de poco abrirá una tienda en Girona.
La segunda tienda de JonCake en el Born abre por la necesidad de implementar un obrador más grande que permita al pastelero Jon García suministrar más producto al local de Les Corts, Jon Cake and Wines, y al Jon Cake original, en Assaonadors, 29, que estará cerrado hasta el 24 de febrero. (recordemos que JonCake abrió después de la covid, para dar salida a los pasteles que García preparaba por encargo, y el éxito fue meteórico).
JonCake & Coffee dispone de una carta fija con sus afamadas tartas de queso: la clásica –con cuatro quesos: Parmigiano Reggiano 24M, Grana Padano 16M, Gorgonzola y Mascarpone– la de queso manchego, la de pistacho y chocolate blanco y la de caramelo y café, así como de especiales del día que irán anunciando cada semana. La porción básica cuesta 5,30 euros, y un pastel grande ronda los 40. Y si ya estáis un poco saturados del omnipresente pastel, servidor os aconseja probar el bollo de mantequilla de Bilbao, que García, de la capital de Vizcaya, borda en una pieza de bollería fina y poco azucarada.
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