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"Una pieza que está en desuso nosotros la vemos como una oportunidad para añadirle una nueva historia, una nueva oportunidad" asegura Maria, una de las fundadoras de Jekyll n'Hyde, una tienda donde se pueden encontrar pequeñas obras de arte. Desde una camiseta convertida en una falda hasta un vestido de novia transformado en una blusa de comunión, en esta tienda del Eixample, en la calle Mallorca 230, cada prenda tiene una vida antigua y espera que alguien le dé una nueva. La tienda está basada en el modelo de ropa circular que permite recuperar y modificar prendas con mucha historia detrás, un concepto del que nace su lema 'wearing stories' (vistiendo historias).
Jekyll n'Hyde es un proyecto que nació en Lleida de la mano de Meritxell Teixidó y Maria Teixidó, madre e hija, con el objetivo de crear un espacio donde cada pieza fuera única y reutilizable. Covid les obligó a cerrar el pequeño establecimiento en su ciudad y, dos años más tarde, se trasladaron a Barcelona, en la calle Madrazo 130, una tienda que todavía sigue activa. "Nosotros venimos de una familia de sastres de Lleida y cuando llegamos a Barcelona notamos un gran cambio, pero teníamos claro que no queríamos perder la esencia de proximidad" explica Maria.
Cada vez son más los establecimientos emergentes que apuestan por un modelo de consumo más responsable y, desde su creación, Jekyll n'Hyde, que promueve ese consumo lento que lucha contra el 'fast-fashion' (moda rápida) con piezas de creación propia con unidades muy limitadas y rotaciones constantes que hace que se conserve su exclusividad. "A veces llegan piezas que nos da mucha pena venderlas", confiesa Maria, "ahora mismo tenemos una camisa de los años 70 de Christian Dior expuesta en la tienda porque realmente es una obra de arte".
¿Por qué Jekyll n'Hyde?
Nada en esta tienda es escogido y colocado al azar. Desde los muebles y decoración del espacio, que también están a la venta, hasta las prendas, pasando también por el nombre, que está inspirado en la novela del doctor Jekyll n'Hyde, un hombre que durante el día es médico y se dedica a hacer el bien y por la noche se convierte en un asesino. "La idea es esta, nosotros tenemos dos líneas; la Jekyll y la Hyde. La línea Jekyll está formada por piezas de marca propia, con unidades muy limitadas y en constante rotación; mientras que la línea Hyde, la forman piezas que estaban en desuso y en las que volvemos a dar otra oportunidad", explica Meritxell.
Mucha de la ropa vintage que llega a la tienda está modificada en el taller del establecimiento, “cogemos las prendas y las adaptamos en la actualidad, pensamos el porqué no se ha vendido y en nuestro taller creamos una prenda única que cambia de personalidad". Además de modificar las antiguas, si alguna clienta se cansa de alguna prenda que ha comprado de la marca, también la modifican para que ningún artículo quede en el olvido.