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Corrían los años 90 y Jaime Hernández tocaba con Parkinson DC, uno de los grupos pioneros del indie en España. A finales de la década, Hernández "sentía que el grupo estaba llegando a su fin" y no veía cómo ganarse la vida fuera del mundo de la música, "así que me tocaba pensar algo", cuenta. Y montó Houston Party, que entonces era una discográfica. 25 años más tarde, se ha convertido en una promotora incansable que ha trabajado con una lista de artistas inacabable (de 2ManyDj's a Iggy Pop, de James Blake a Pet Shop Boys, pasando por Elvis Costello, Ray Davies, Sleater-Kinney, Yo La Tengo y The War on Drugs, entre muchísimos otros).
Para celebrar la efeméride, Houston Party ha decidido homenajear a uno de los grupos de guitarras más influyentes de la historia. Big Star, que desapareció con la muerte de Alex Chilton en el 2010, renace con The Music of Big Star, una superbanda que cuenta con el único miembro vivo del trío original, el batería Jody Stephens, y músicos de algunos de los grupos que no serían iguales en un mundo donde no hubiera existido el de Memphis: Mike Mills de R.E.M., Chris Stamey de The dB's, Jon Auer de The Posies y Pat Sansone de Wilco.
Hoy Houston Party es una promotora de conciertos, pero al principio era un sello discográfico. ¿En qué momento evoluciona de esta forma y por qué?
Al principio, montar una discográfica me pareció una aventura interesante, casi la solución correcta a lo que te comentaba: qué hacer después de Parkinson DC. Porque en ese momento una discográfica sí podía ser sinónimo de negocio. Pero combinar esto con giras de los grupos que publicara el sello me pareció una ecuación mejor. Pensé que podía ser la hostia. Y salió bien.
¿De dónde viene el nombre de Houston Party? Creo recordar una foto en blanco y negro de una fiesta muy loca... ¿Va por ahí la cosa?
Sí, Houston Party es como se conoce a una fotografía icónica de The Who de 1975. La 'party' en cuestión acabó siendo una orgía, si es que no empezó siéndolo desde el primer minuto. Cuando descubrí esa foto de adolescente (combinada con varios discos y conciertos iniciáticos) tuve claro que el rock'n'roll era mi mundo y "Houston party!" se convirtió el grito de guerra cuando salía de farra con mis colegas. Así que cuando tuve que ponerle un nombre a mi empresa lo tuve bastante claro.
Diría que Big Star, junto con The Beach Boys y The Beatles, es mi banda favorita
¿Qué personas han sido importantes a lo largo de la historia de Houston Party? ¿Cuáles siguen y quién ya no?
Importantes todas, por supuesto. Cada una ha ido poniendo su grano de arena. Quizás que las dos más relevantes sean Natalia de Jesús, que hasta el año pasado se encargó de nuestra comunicación y Miguel Martínez, nuestro director artístico desde hace veinte años, por tanto camino recorrido juntos. Pero también nombres como Sergio Vinadé (el del grupo Tachenko), que ya no trabaja con nosotros, y después Tule, que tomó su relevo, con quienes se consolidó nuestro apartado de producción, fundamental en este gremio. Tan fundamental como tener un buen abogado, y aquí tocaría mencionar a Enric Enrich. Pero bueno, son muchos los nombres que han contribuido a que hayamos llegado hasta aquí, ha sido un gran trabajo de equipo.
En esos 25 años. ¿De qué cosas te sientes más orgulloso de haber hecho?
Más que de algún disco o concierto especialmente, de lo que me siento más orgulloso es que llevamos 25 años descubriendo y desarrollando nuevo talento con bastante éxito. Y la sensación que tengo es que seguimos bastante en forma en este departamento.
¿Te has planteado volver a publicar discos en algún momento?
Realmente, no. Nuestra aventura discográfica estuvo muy bien, pero no volveremos.
Para celebrarlo traéis The Music of Big Star. ¿Hasta qué punto es importante la música de Big Star para Houston Party?
Para mí ha sido un grupo fundamental. Diría que, junto con The Beach Boys y The Beatles, es mi banda favorita. Mira, yo conocí a Jon Auer en Valencia hace treinta años, en un concierto en el que su grupo, The Posies, hacía de telonero de Teenage Fanclub. Aquella noche le pasé una casete de Parkinson DC. Casualmente, desde hace años Auer forma parte de Big Star y ahora es uno de los miembros de esta gira de The Music Of Big Star, que tendrá lugar un mes después de la que hemos montado este octubre con los Teenage Fanclub. Es como si, entre una cosa y otra, todo el círculo de estos 25 años estuviera cerrando y todo tuviera su sentido.
¿Crees que la influencia de Big Star todavía puede reconocerse en los grupos de power pop o similar de la actualidad? ¿A qué grupos de su órbita crees que ha influido de forma más evidente?
En la pregunta anterior acaban de salir los Teenage Fanclub. Ellos serían un ejemplo, uno de los más evidentes. Después podríamos añadir a la lista todos los grupos en los que tocan o han tocado los componentes de The Music of Big Star, y aquí entran desde una banda de culto como The dB's hasta pesos pesados como R.E.M. o Wilco. Ya ves, son pasado y presente. Es un saco en el que puedes meter desde Ryan Adams hasta artistas de nuestro 'roster' como Deer Tick, Elvis Costello, Luna y Nick Lowe.
También actuarán The Sadies. ¿Qué representa The Sadies para vosotros?
Para nosotros son un grupo franquicia, lo que se dice en la NBA de los jugadores que son como un emblema del equipo en el que juegan. Porque, además de unos músicos buenísimos y unas personas excelentes, son uno de nuestros emblemas. Como también lo es Will Johnson, por ejemplo.
¿Cómo encara el futuro Houston Party? ¿Cuáles son los próximos retos?
Continuar haciendo las cosas como hasta ahora, con la dosis justa y necesaria de riesgo, pero sin caer en los experimentos con gaseosa o ataques de soberbia. Con humildad, sin prisas y sin pausas.