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Irene Iborra: "La animación stop-motion es cine hecho artesanía"

Entramos en el rodaje de ‘Olivia y el terremoto invisible’, el primer largometraje catalán de animación en stop-motion que se está grabando en Barcelona

Con el apoyo de Ayuntamiento de Barcelona
Irene Iborra
Eugènia GüellIrene Iborra
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Actualmente, en una nave de La Verneda se está haciendo historia del cine. Se está grabando el primer largometraje catalán de animación en stop-motion, dirigido por la guionista, directora y animadora Irene Iborra. Bajo el título ‘Olivia y el terremoto invisible’, la película narra cómo la vida de una niña de doce años y su familia cambia debido a un desahucio. La directora nos abre las puertas del rodaje y nos acompaña por 1.600 metros cuadrados de platós y talleres donde los muñecos cobran vida fotograma a fotograma. 

Olívia i el terratrèmol invisible
Irene IborraOlívia i el terratrèmol invisible

“Utilizar marionetas para contar esta historia nos permite tratar temas duros y explicárselos a los niños. Los niños se identifican con estos personajes, que tienen su edad, pero al mismo tiempo son muñecos, lo que genera una distancia que permite explicarles muchas cosas del mundo”, explica la directora. Irene Iborra siempre ha dirigido cortometrajes usando esta técnica y, de hecho, es una de las fundadoras de Citoplasmas, una productora dedicada exclusivamente a la grabación en stop-motion. 

Rodatge
Eugènia GüellRodatge

Frente a los efectos especiales hiperrealistas y las posibilidades que ofrece la tecnología, Irene Iborra se apasionó por esta técnica meticulosa y lenta que, como ella misma dice, “es el cine hecho artesanía”. “Lo que más me gusta del stop-motion es poder trabajar con las manos y con la capacidad de expresión de los materiales. No solo animamos los muñecos, sino también la arena, la plastilina, la ropa, la lana”, añade. Para la directora, “este poder simbólico” es muy seductor y una gran fuente de oportunidades. “A través de la calidez del tacto podemos explicar a los niños cómo es reinventarse la vida en un piso ocupado en la periferia de Barcelona”. 

Rodatge
Eugènia GüellRodatge

El film tiene su origen en un libro juvenil de Maite Carranza titulado ‘La película de la vida’, galardonado con diversos premios y traducido a ocho idiomas diferentes. En la versión cinematográfica del proyecto no solo participa Citoplasmas, sino que también están implicadas productoras de España, Francia, Bélgica y Chile, que llevan cinco años trabajando para que la película vea la luz. “Es un trabajo de muchísimas personas; hay muchos equipos que entran y salen, y hemos contado con la colaboración de profesionales de todo tipo”, comenta la directora. Es el caso de la actriz Emma Suárez y el periodista Jordi Évole, que pondrán voz a algunos de los personajes.

Pero ‘Olivia y el terremoto invisible’ no es solo el primer film en stop-motion realizado en catalán. También es el primer largometraje de estas características dirigido por una mujer en España. “Siento que de alguna manera estoy abriendo camino”, dice Iborra satisfecha, aunque también lanza una advertencia: “tengo un poco de miedo de que esto desvíe la atención del tema de la película, que aborda la pobreza infantil, y que es lo más importante para mí”.

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