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Buena cocina, pocos formalismos y precios contenidos. Así se podría resumir la esencia de Incorrecte (Cerignola, 11. T. 93 146 53 98) recién abierto en Sant Gervasi y que se ha propuesto animar un poco el panorama de esta zona por encima de General Mitre. O incluso convencer –asegura Marcel Pons, el cocinero al frente del proyecto– a quienes no frecuentamos Diagonal arriba para que hagamos una excursión gastronómica al barrio.
La verdad es que los callos de bacalao con capipota y caldo de garbanzos ya justificarían el paseo. Los mejores de Barcelona según un conocido escritor y periodista político que suele frecuentar el lugar, me cuentan. A veces se coincide en opiniones con quien uno menos se lo espera. Aunque, puestos a destacar un único plato de los que ofrecen en carta, igual el rosbif de jabalí con espárragos blancos y tikka masala catalán merecería ese honor. Y ser convertido ya mismo en un bocadillo que arrasaría en cualquier ranking que se precie.
Pons vuelve a Barcelona tras dirigir la cocina del hotel Mastines del Penedés. Y desborda entusiasmo y ganas junto a un equipo al que, y eso nos encanta, no regatea protagonismo: Gabi Figueroa está con él mano a mano en la cocina, y David Farres se ocupa de la sala y de buscar cosas interesantes para la carta de vinos. Y lo consigue, por cierto.
Un restaurante con alma de barrio y que, sin renunciar a una cocina que apunta alto, tiene claro que su cliente es de ese que vuelve y que no siempre quiere sorpresas en un menú degustación. ¿Y qué tiene de incorrecto este sitio además de un nombre que puede sonar un poco canallita? Por suerte eso tan sobado del 'canallismo' es solo una amenaza que no llega a cumplirse, y la incorrección se centra en darle un punto personal a platos del recetario más tradicional, con el mar y montaña como un hilo conductor de muchos de ellos. Por ejemplo, el canelón de pollo y cigala en versión Incorrecte es ya un hit de la casa y al probarlo es fácil de entender.
Por suerte eso tan sobado del 'canallismo' es solo una amenaza que no llega a cumplirse, y la incorrección se centra en darle un punto personal a platos del recetario más tradicional
Además de la sala, cuentan con un reservado, y una pequeña terraza. De todos modos, nuestro sitio favorito es la barra que se asoma a la cocina y que permite ir viendo el trabajo de Gabi y Marcel, que estará además encantado de dar buena conversación al comensal que quiera saber sobre alguna de las recetas o producto.
Los postres siguen esa línea de reinterpretación de clásicos, como las fresas con vinagre o el 'music Incorrecta' que desmonta y vuelve a ensamblar a su manera este tradicional plato. Y para beber, una recomendación: hay que preguntar a Farres por ese blanco de Jumilla que maneja.
