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¿Tomáis algún tipo de substancia ilegal para aguantar la escucha prolongada de 'Despacito' o cualquiera que sea la canción que pega fuerte este verano? ¿Fumáis alguna tipología de cigarro de la risa para poder entender las letras de los 'hits' del reggaetón, “ya tu sabes”? Si el alcohol no es suficiente estímulo para desatar la furia 'twerking' de vuestras caderas y glúteos, estáis en una mala situación.
La Federación Catalana de Asociaciones de actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) anunció este lunes que desde hace un tiempo algunas de sus discotecas asociadas han implementado un nuevo método para la detección de drogas en los controles de acceso.
La prueba se realiza de forma aleatoria a través de un espray o toallita similar a los utilizados en las aduanas por la policía y la guardia civil. Este sistema permite en pocos segundos conocer si la persona ha estado en contacto con drogas, en el amplio sentido de la palabra.
Según ha informado Fecasarm, este método se usa ya con regularidad en siete locales de ocio nocturno de la Asociación Frente Marítimo de la Barceloneta (Pacha Barcelona, Shoko, Carpe Diem Lounge Club, Agua, Icebar Barcelona, Bestial y Opium Mar). También lo han utilizado en otros locales la Zona alta como Otto Zutz y Up & Down, y de fuera de Barcelona como Papillon Club de Platja d’Aro.
¿Y por qué ahora este sistema? Todo viene justificado por el polémico cierre de la discoteca Up & Down a causa de una inspección de la Guardia Urbana i los Mossos en 2016. Los agentes encontraron drogas entre ocho de sus clientes y se acusó entonces a la discoteca de permitir el consumo y el tráfico de drogas en su interior.
Esta semana se conocía la sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo número 10 de Barcelona, que ha declarado nula la resolución del Ayuntamiento de Barcelona que sancionaba con 181 días de cierre la discoteca Up & Down.
Para que no se produzca un caso de la misma magnitud, Fecasarm ha implantado este método que según han declarado a la agencia EFE “deja del todo claro y patente que el local hace todo lo posible para evitar que entren drogas en su interior”.
La medida seguro que ha dejado a más de un cliente intranquilo. Muchos tendrán que pensárselo dos veces antes de cruzar el umbral de las discotecas con estimulantes ilegales. ¿La alternativa? La de siempre, en las barras hay litros y litros de drogas legales que sí pasan por caja.