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La Guía francesa sí que ha sido generosa con la cocina de Barcelona este año; al menos con el segmento más 'humilde' de la alta gastronomía de la ciudad. Mae, Teatro, Prodigy y Fishology han sido galardonados con la codiciada primera estrella Michelin: aquella que te aleja del segmento del 'fine dining' o del estatus de joven futurible y proyecta el restaurante hacia los circuitos nacionales e internacionales.
Y este año los franceses han optado por premiar estilos muy diferentes de cocina en Barcelona: Mae, un restaurante que fusiona el mediterráneo con la gastronomía latina, un triunvirato con el chef catalán Germán Espinosa (ex Fonda España), el chef colombiano Diego Mondragón (ex Celler de Can Roca, Àbac y Fonda Espanya) y la restauradora costarriqueña Mariella Rodríguez; Prodigi, cocina catalana evolucionada a cargo de Jordi Tarré –un estrellado de 28 años– y Fishology, el audaz experimento marino de los italianos Riccardo Radice y Giulia Gabriele.
Estos tres restaurantes son proyectos de chefs emprendedores, y destaca el hito que significa para Mae conseguir su primera estrella después de un año y medio en el ruedo. Y ¡ojo que Prodigi tiene un menú de mediodía a 35 euros!
Punto y aparte para la primera estrella de Teatro, con el chef Olivier Peña al frente. La estrella Michelin significa la validación a lo grande para el proyecto que los hermanos Iglesias reflotaron después del naufragio de la covid, que se llevó por delante la asociación del Grupo Iglesias con Albert Adrià. La cocina de Peña es creativa, pero a la vez comprensible y confortable, muy disfrutona, para gozar de la alta gastronomía, sin protocolos rígidos y con circuitos de platos que se pueden combinar de todas las maneras, sin atarse al menú degustación.
Completa el panorama el reconocimiento al restaurante Casanova (Sant Martí Sarroca), en l'Alt Penedés.
Cabe destacar también la generosidad para con Girona: la Michelin vuelve a reconocer una vez más la potencia de la provincia, con la primera estrella para Voramar (Portbou), Esperit Roca (Sant Julià de Ramis), el restaurante en el castillo que abandonó Jordi Cruz y ahora ocupan los hermanos Roca y Divinum (Girona), y se estira hasta Citrus del Tancat (Les Cases d'Alcanar), único representante de Tarragona en la nueva hornada. Esperit Roca se eleva como un cohete en tiempo récord: ¡abrió el pasado mayo!
Generosidad, pero sin pasarse. En el excelso club de las dos y tres estrellas en Catalunya no ha habido ningún nuevo miembro. Un desaire para restaurantes como Aürt, Cinc Sentits, Enigma y Les Cols, que están haciendo poesía de riesgo con sus apuestas de proximidad radical. El único nuevo triestrellado en España ha sido el asturiano Casa Marcial. Y queda como nota a pie de página un castigo discreto pero doloroso: Moments, de Raül Balam y Carme Ruscalleda, pierde su segunda estrella y Xerta queda sin estrella.
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