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Gamelab y Barcelona Games World son los dos eventos más importantes de España y de los más destacados de Europa en el sector del videojuego. Barcelona los acoge a los dos gracias a las condiciones favorables que reúne y porque aquí se concentra gran parte de las empresas. De hecho, el 43% de la facturación española se produce en Cataluña. Estos últimos días la industria de los videojuegos catalana ha dado muestras de preocupación, porque están surgiendo dificultades para los organizadores y otras ciudades estarían dispuestas a hacer de anfitriones.
Los responsables del Gamelab, que se celebra en junio en Barcelona o en Hospitalet de Llobregat desde 2011, están a la espera de una subvención atascada por la situación en la que se encuentra la Generalitat, y avisan de que no pueden recortar más costes para mantener el nivel de una cita que reúne figuras clave de la industria de todo el mundo en una muestra de pequeño formato orientada a los desarrolladores.
@ Gamelab
Este año el apoyo del Ajuntament de Barcelona será clave, ya que el Institut Català de les Empreses Culturals, que había aportado gran parte de los recursos de la edición anterior, está intervenido por la aplicación del artículo 155. Mientras tanto, desde Madrid se ha triplicado la oferta de presupuesto para atraer el Gamelab, pero otras ciudades europeas también tendrían la puerta abierta.
Por otra parte, la feria Barcelona Games Word, que reúne profesionales y aficionados, se trasladó de Madrid en 2016 y ahora allí se hace una feria menor. Este año repetirá del 29 de noviembre al 2 de diciembre en la Fira de Barcelona tras el éxito de 2017, pero la patronal AEVI se está planteando dar más apoyo a la de Madrid. La cuestión es que no se pueden hacer dos grandes ferias, ya que a las empresas les cuesta más ir a las dos y muchas van a una o a la otra. A pesar del tira y afloja entre Madrid y Barcelona, de momento parece que no peligra el Barcelona Games World gracias al éxito de la pasada edición, que recibió 135.400 visitantes, según los organizadores, pero podría dejar de ser la favorita.