Gafas Murcia, la óptica favorita de Rosalía, Bad Gyal y Nathy Peluso

Cogemos la L1 y bajamos a Torrassa, en L'Hospitalet. Caminamos cinco minutos hasta que vemos un neón antiguo de color amarillo que tiene forma de unas gafas. Hemos llegado: entramos en un antiguo taller lleno de gafas vintage, televisiones antiguas y muchos espejos. Es la sede de Gafas Murcia, la tienda secreta de Anna Murciano, que vende gafas que un día formaron parte del stock de la óptica de su abuelo, una de las primeras de la ciudad. Años después, ella vio un potencial que no se podía desaprovechar: gafas vintage de formas y colores diversos, que vuelven a estar de moda y, por tanto, pueden tener una segunda vida. 

Anna empezó a vender las gafas de su abuelo en mercados de segunda mano, como el Lost and Found. Pero rápidamente se dio cuenta del valor que tenían: "eran piezas únicas, de museo". Por eso creó Gafas Murcia, que ha ido prosperando gracias a Instagram y el boca a boca. "Tengo más de 10.000 gafas, todas catalogadas por color, forma y marca". Dice que puede encontrarlas a todas entre el aparente caos de su tienda-taller, sin tener que consultar ningún inventario. 

Ahora reconoce que la marca ha hecho un boom, gracias a famosos como Rosalía, que lució unas gafas de sol deportivas de la tienda de Anna en el videoclip de 'Despechà'. “Un estilista que conozco me dijo que rodaba un videoclip en Mallorca, y si podía dejarle unas gafas a Rosalía. Y evidentemente dije que sí.”, explica. No es la única 'celebrity' en interesarse por Gafas Mucia: Anna también ha recibido mensajes de Rigoberta Bandini, Nathy Peluso, Bad Gyal o de Borja Iglesias, fubtolista del Betis. Este le ha puesto en contacto con Héctor Bellerín, que tiene pendiente hacerle una visita. 

El éxito de Gafas Murcia radica en el ojo de Anna, que ha sabido anticiparse al ciclo de tendencias que gira más rápido que nunca. "Cuando empecé era la época hipster, estaban de moda las Ray-Ban de pasta", dice. “En aquella época, ¡veía las gafas de los 2000 y pensaba que nunca las vendería! Las encontraba horribles, pero ahora es lo que mola”. Está atenta a las modas para prever qué cajas del stock de su abuelo volverán a tener valor estético. Cuando detecta una tendencia, mira qué gafas pueden encajar y las transforma en gafas de sol. Le hemos preguntado qué se llevará el próximo verano y nos dice que, cada vez más, le piden monturas al aire. 

Y la pregunta del millón: ¿Qué hará cuando se le acaben las gafas? “Gafas Murcia es mi bebé y me da pena que se pueda acabar”, confiesa Anna. Sin embargo, tiene claro que no quiere dedicarse a la producción de gafas: “La base del negocio es que son gafas únicas de materiales increíbles, a las que damos una segunda vida”. Por el momento, se dedica a estar atenta por si descubre ópticas que cierran, y así poder comprarles el material antiguo. 

Para visitar Gafas Murcia, hay que escribir un DM a Anna por el Instagram de la marca. Ella misma os dará hora para visitar el taller y podréis escoger con calma las gafas que más os favorezcan, ¡sin prisa! Existe la opción de comprar gafas de sol o hacerte los cristales graduados. Todo queda en casa: tengas la graduación que tengas, la óptica Alòs (la de sus padres, que se encuentra en la misma calle que Gafas Murcia) té hará los cristales por 60 euros.

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