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El sol todavía era de justicia y entraba de lado en el anfiteatro del Fórum cuando saltó al escenario un grupo de guerreras africanas inspiradas en las cazadoras de elefantes del Benín de los siglos XVIII-XIX, mujeres repudiadas por sus padres y maridos que encontraron en esa milicia una nueva familia. Fundado en Mali en 2015, el colectivo Les Amazones d'Afrique es cambiante, pero se mantiene firme en su lucha por la igualdad de las mujeres africanas, en contra de la mutilación genital femenina y en favor de que todas las niñas puedan ir a la escuela.
Por la corta historia de este supergrupo han pasado estrellas como Angélique Kidjo y Mariam Doumbia (de Amadou & Mariam), entre otras, pero en esta ocasión, la alineación de cantantes estaba formada por la beninesa Fafa Ruffino, la maliana Mamani Keïta y la marfileña Dobet Gnahoré, mujeres de edades distintas que interpelaron enseguida al sector femenino de un público que rápidamente fue perdiendo la timidez y fue abandonando las zonas de sombra donde se había refugiado del solo que caía de soslayo.
Impulsadas por las potentes bases de batería, electrónica y guitarra eléctrica que les proporcionaban los tres hombres del grupo, las cantantes ofrecieron una fiesta tan colorida como los estampados de sus vestidos. Los ritmos de funk, house y hip-hop de sus dos álbumes con Real World –'Republique Amazone' (2017) y 'Amazones power' (2020), del que hay un disco de remixes–, las conectan con generaciones más jóvenes, que no pararon de bailar ni un minuto en una fiesta que fue in crescendo.
Todo ello estuvo bañado por los punteados de blues del desierto de la guitarra eléctrica, pero fueron las tres cantantes las que condujeron el concierto hacia la catarsis, con demostraciones de virtuosismo vocal y pasos de baile imposibles que desataron la euforia de un público mayoritariamente blanco y joven, aunque, como ellas dicen, su lucha también es necesaria en Europa.