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En su prólogo, 'El llanto' nos presenta a una joven agredida en la pista de una discoteca, casi en una violenta sinfonía de música y luces estroboscópicas. Esa primera secuencia marca la pauta de un relato en tres tiempos y lugares distintos, sobre tres mujeres acosadas por un espectro maligno. Una maldición paranormal que sirve de perfecta metáfora de violencias que desgraciadamente son mucho más comunes.
Es este un notable debut tras la cámara de Pedro Martín-Calero (Valladolid, 1983), inesperadamente premiado como Mejor Director en el último Festival de San Sebastián. Él mismo escribió el proyecto a cuatro manos junto a Isabel Peña, la cada vez más reconocida guionista habitual de Rodrigo Sorogoyen (con créditos como 'As bestas' y 'Antidisturbios' en su currículum). Además, 'El llanto' sirve también para seguir descubriendo el potencial de su protagonista principal, Ester Expósito (Madrid, 2000).
Bajo el foco mediático desde que la serie 'Élite' se convirtiera en un fenómeno masivo, Expósito ha tenido que surfear los prejuicios de medio planeta, peleando para no ser encasillada en una industria que se lo pone mucho más difícil a las mujeres, tratando de diseñar una estrategia que no traicione la vocación que siente desde niña por la profesión. Popular hasta el asombro, como demuestran sus 25 millones de seguidores en Instagram o los fans que constantemente la paran por la calle, la actriz defiende sus elecciones laborales con uñas y dientes (y gritos, porque, amigos, esto es cine de terror). En el marco del Festival de Sitges, Expósito y Martín-Calero se sientan a charlar con Time Out.
'El llanto' llega a Sitges, su aparente lugar natural. Pero pasó por Donostia, con premio al Mejor Director, reconfirmando esa ruptura de fronteras del cine de género en grandes festivales...
Pedro: Bueno, la película ya desde su concepción está un poco entre el cine de autor, de personajes y de género. Está ahí como en varios lugares a la vez, un poco en esa frontera. Entonces, y aunque no me lo esperaba, puedo comprender que la seleccionaran en la Sección Oficial en San Sebastián: porque hay en una mirada en la película que creo que se sale de las normas más clásicas del género. Transita por otros lugares. Otra cosa fue ganar la Concha de Plata, eso fue un sorpresón, y es algo que todavía estoy asimilando. Y pasar por Sitges es un placer, porque notas de qué manera la gente devora este tipo de cine, con unas ganas y una pasión que me encantan.
Para Ester no es una novedad vivir Sitges, ya estuviste aquí no hace mucho con 'Venus', de Jaume Balagueró.
Ester: Sí, y es una alegría volver. Yo adoro el terror, es mi género favorito desde muy niña. Entonces, siempre fue de mis metas como actriz: poder hacer cine de terror. Y este es mi segundo año con mi segunda peli de miedo, muy distinta, muy diferente a 'Venus', de un terror más psicológico y un poco menos al uso.
Yo adoro el terror, es mi género favorito desde muy niña
¿Cómo te convencieron para protagonizar la película? ¿Qué te atrapó de la historia?
Ester: Me chantajearon, me obligaron, me pusieron una pistola en la cabeza, porque yo no quería [risas]. Ya me interesaba el simple hecho de que fuera terror. Luego estaba la figura de Isabel Peña como coguionista, la admiro muchísimo. A Pedro no le conocía, pero cuando, ya hace cinco años, nos reunimos y me contaron el enfoque, me pareció como muy novedoso, muy original e interesante. Luego leí el guion y me encantó. Me pasó eso que me tiene que pasar a mí, de que se me enciende una chispa. Me atraía que fuera una historia de tres mujeres, y que no se pareciera en nada al terror que hubiera leído o visto.
'El llanto' tiene una segunda lectura en la que reconocemos al espectro maligno que persigue a las protagonistas como metáfora de los terrores cotidianos que sufren las mujeres desde que el mundo es mundo.
Ester: Sí, actúa como una metáfora, un paralelismo, de esa violencia que existe en nuestra sociedad. Y que muchas veces a las víctimas no se las cree. Ese símil está ahí, en la historia. También se habla de cómo, con en este tipo de violencias contra las mujeres, se las intenta aislar de su entorno. Esto ocurre en 'El llanto', ves cómo se intenta apartar a las víctimas de la familia, de los amigos, hasta que ya luego se acaba con ella.
Pedro: Escribiendo con Isabel Peña, nos parecía clave clave unir los miedos y los asuntos de la sociedad que nos dolían a este respecto. Hicimos una puesta en común de lo que estas violencias nos hace sentir, desde las entrañas, y quisimos compartir, buscar un lugar en común, entre mi mirada masculina y la visión hacia este problema de una mujer como Isabel. Esa era la voluntad, de ahí surge la historia.
¿Por qué pensasteis en Ester para encabezar el reparto?
Pedro: Bueno, porque es una actriz brutal. Ella estaba desde el principio, desde la escritura. Empezamos con 'El llanto' hace bastante tiempo, el proceso se ha alargado un poco porque ha sido una película compleja de financiar, de levantar. Ester es muy joven, y en esos cinco años ha trabajado mucho, pero ya entonces le veíamos un potencial que se ha ido demostrando en el camino que ha hecho. Veía una versatilidad que quería que la gente descubriese y que entonces aún no le había dado tiempo de mostrar, por razones de edad, no por otra cosa. Y ha sido un proceso fácil, muy divertido. Ella ha propuesto mucho, ha metido mucho de ella en el proyecto, porque Ester es muy exigente. Y eso es ideal en una actriz. Estoy muy contento con la decisión que tomamos, no nos equivocamos.
Ester es una actriz brutal
Retrocediendo esos cinco años, debía ser el momento en el que terminabas con 'Élite'... Tengo la sensación de que después de ese pelotazo te lo tomaste con calma, te lo pensaste mucho antes de dar el siguiente paso.
Ester: Sí, sí... esta profesión es mi sueño desde niña. Creo que la única manera de estar a la altura del privilegio que tengo, de dedicarme a ello y de poder elegir lo que hago, es crear una estrategia, pensar hacia dónde quiero dirigir mi carrera. Porque quiero que dure, y que esté conformada por proyectos que, cuando mire atrás, me hagan sentir orgullosa, independientemente de cómo les fuera o de cómo quedaran. Pero que yo pueda defender por qué los hice. Si quiero hacer esto desde niña es porque es algo vocacional que me llama, que necesito, porque me llena y lo disfruto. Empecé con un motor irracional, era algo que quería hacer y ya. Si participara en proyectos en los que no creyera, vacíos, sin alma, no me llenarían. Y yo estoy en esto para alimentar algo que tengo dentro. Si no, no tiene sentido. Por mi propio disfrute y mi propio egoísmo, necesito hacer proyectos que me enciendan algo dentro, en el estómago. Sean proyectos más intensos o más ligeros, que también están muy bien.
¿Quisiste evitar repetir un tipo de personaje como el de 'Élite', con unas características muy claras, con un componente sexual tan marcado?
Ester: Sí, bueno, es verdad que vivir un fenómeno tan fuerte como el de 'Élite' siendo tan jóvenes nos coloca en un lugar en el que hay que tener cuidado, para no encasillarte y hacer personajes más maduros y proyectos distintos. Efectivamente, no quería repetir ese patrón. No pasa nada por hacer escenas de sexo, forman parte de la vida misma, hay que darles naturalidad. Pero sí quería evitar que se me sexualizara y cosificara en los proyectos posteriores a 'Élite'. Es por eso que todavía no he rodado ninguna otra escena de sexo desde entonces. En algún proyecto las he quitado, porque creía que no eran necesarias. Si lo son, vamos con ellas, pero si no... Y en la mayoría de proyectos que han venido después de la serie, ese componente ya no estaba, porque eran historias que no giraban en torno a explotar eso de mí. Entonces... bueno, no es casualidad que no haya tenido ninguna escena de ese tipo desde Élite. Si hay que hacerla, se hace, pero no quiero que eso me defina.
Quería evitar que se me sexualizara y cosificara en los proyectos posteriores a 'Élite'
¿Te está costando mucho separar la carrera de la parte más de 'celebrity', de la atención mediática, de estar permanentemente bajo los focos?
Ester: Buena pregunta, no sé... Es verdad que son momentos muy distintos, cuando actúo y trabajo respecto a esa otra parte. De algún modo, una alimenta a la otra, es curioso. Sin duda, esa parte de 'celebrity' es la que menos disfruto. Y la que más agota, o la que agota de una forma más profunda, porque la interpretación también agota, pero con gusto. Creo que el hecho de ser mujer, joven y salir de un fenómeno comercial juvenil como Élite... pone difícil que te tomen en serio. A los hombres les cuesta menos, parece que nosotras siempre tenemos que estar demostrando algo, y que nunca es suficiente. Por eso también me importa elegir concienzualmente con qué proyectos conformo mi carrera. Y, bueno, ya me encargaré yo de que así sea.
La parte de 'celebrity' es la que menos disfruto. Y la que más agota
La atención hacia lo que hace Ester le va, obviamente, muy bien a la película. Fui a mirar los seguidores que tienes en Instagram: ¡25 millones! ¿Cómo se vive esa atención? ¿Y cómo se ve de cerca, haciendo la promoción con Ester?
Pedro: Lo ves de fuera y dices, ¡qué locura! Piensas en cómo será estar en ese lado de su vida... pero veo que lo lleva de una forma muy natural. Y lo hace muy fácil para los demás también, para los que estamos junto a ella, porque a veces la gente te pone en situaciones un poco, no sé cómo definirlo...
Ester: Bueno, es que solo puedo llevarlo con naturalidad, porque si no... uf. ¡Me vuelvo loca! Es como que lo he normalizado. Es mucha gente mandándome mucho cariño, y eso lo agradezco, pero es que tampoco puedo tener eso en cuenta todo el rato. O me alejaría más de mi entorno, de mi alrededor. Aún más de lo que, a veces, ya siento por esa circunstancia.