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El Ayuntamiento de Barcelona, Correos y el Consorcio de la Zona Franca han firmado lo que han denominado como "un protocolo de intenciones" donde se marcan los nuevos usos y funciones que acogerá en los próximos años el emblemático edificio de Correos de la plaza Antonio López. El acuerdo incluye que en un plazo de dos años este edificio protegido como bien cultural de interés local pasará de ser una central de entrada y salida de servicios postales a un polo de actividad económica con una incubadora de empresas, oficina de atención a las empresas y formación e investigación en torno a la economía digital.
30.000 m2 destinados a la "reeconomización del distrito de Ciutat Vella, regenerar el tejido productivo e impulsar el empleo de alto valor añadido" en una zona muy dependiente del turismo y la gentrificación. Para llevarlo a cabo, Correos se compromete a ceder el edificio, el Consorcio de la Zona Franca aportará la inversión y el Ayuntamiento gestionará su uso. Una vez se culmine esta operación se espera que se generen unos 1.500 puestos de trabajo a través de las 150 compañías y 'start-up' que se podrán establecer.
30.000 m2 de centro empresarial y vecinal
Este protocolo de intenciones contempla que el edificio se transforme en un verdadero dinamizador de la vida en el barrio, calculan que podrían circular entre 2.000 y 2.500 personas diarias, y un dinamizador de la economía. Acogerá todos estos servicios
Centro empresarial: Incubadora de 'start-ups' relacionadas con la economía digital y la investigación
Correoslab: Espacio gestionado por Correos para transformar e innovar en su modelo de negocio con emprendedores, universidades, administraciones y empresas.
Oficina de Correos: Atención al público con acceso independiente desde la calle.
Oficina de Atención a la Empresa y al talento: A cargo del Ayuntamiento.
Espacio cívico y cultural: Para actividades o necesidades ciudadanas, especialmente de los vecinos de la zona.
Restaurante: Para dar servicio a la actividad económica del equipamiento.