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Sus 6 plantas, las caballerizas, una entrada grandilocuente y la distribución en torno a una chimenea cónica son algunos de los elementos que hacen del Palau Güell un edificio singular y de visita obligada. Como ocurre con muchas de las joyas arquitectónicas de la ciudad, parece que su existencia haya quedado relegada al turismo, pero los barceloneses también podemos disfrutar de su belleza. Sabemos que está lejos, casi al final de la Rambla. Y también sabemos que da rabia pagar el mismo precio que los guiris despistados que entran ahí sin saber quién era Antoni Gaudí. Por este motivo, celebramos que por la Diada de Catalunya, el Palau Güell haga una jornada de puertas abiertas para que todo el mundo pueda descubrir cómo es por dentro este especial edificio.
Os avisamos con tiempo: hay que hacer reserva previa. Para visitar el Palau Güell gratis, se pueden adquirir las entradas gratuitas a través de su página web. Entonces ya podréis traspasar el umbral de este edificio a través de una amplia entrada que, en su época, permitía el acceso de caballos y de carruajes. Una vez dentro, dejaos maravillar: aunque por fuera tiene un aspecto sobrio, el palacio está lleno de materiales ricos y costosos, como el mármol o la madera noble, porque el encargo que Eusebi Güell hizo al arquitecto catalán era el de un edificio solemne y ostentoso. Y podríamos decir que Gaudí se lo tomó al pie de la letra.
Y lo decimos, por ejemplo, por la magnífica cúpula que corona el edificio y cubre el salón central con perforaciones en forma de estrella que dejan pasar la luz, como un cielo lleno de constelaciones. Todo el edificio está decorado con columnas, vidrieras y mobiliario ornamentado. Incluso el sótano esconde unos establos amplios y bastante especiales, con ladrillo de obra vista y columnas con forma de seta. Pero quizás la parte más reconocible del edificio es su azotea: allí arriba podréis ver las icónicas chimeneas de colores, donde Gaudí utilizó por primera vez uno de los recursos decorativos que más le han caracterizado: el "trencadís".
Si se queda sin entrada, piense que este edificio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO también hace jornadas de puertas abiertas en otros momentos del año, como el 11 de febrero (Sta. Eulalia), el 23 de abril (Sant Jordi), la Noche de los Museos, el 20 de mayo (fiesta local) y el 24 de septiembre (La Mercè). Además, también abre gratis el primer domingo del mes, siempre que los visitantes adquieran sus entradas gratuitas tres días antes, el jueves anterior.