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Barcelona está llena de joyas arquitectónicas y, aunque algunas estén en algunas de las calles más concurridas de la ciudad, otras están más escondidas. El Monasterio de Pedralbes forma parte de este segundo grupo, un icono de la arquitectura gótica catalana y visita imprescindible para todos los barceloneses. Normalmente, para visitar el interior del edificio hay que pagar 5 euros, pero ahora podréis entrar en su espectacular claustro de forma gratuita.
Como ya es habitual, este verano el monasterio vuelve a abrir las puertas de su claustro los martes y viernes entre el 4 de junio y el 13 de septiembre. L'Hora Màgica del Monastir de Pedralbes permitirá visitar uno de los claustros góticos más grandes del mundo gratis entre las 18 y las 21 h, ¡y sin hacer reserva previa! La entrada solo da acceso al claustro, y las exposiciones y las salas anexas estarán cerradas, aunque las podéis descubrir si compráis la entrada general.
El claustro se encuentra en medio del edificio y está rodeado de una serie de celdas de día, donde las monjas clarisas que vivieron hasta 1983 se retiraban para su recogimiento personal. Las religiosas convirtieron el edificio en su hogar desde principios del siglo XIV, cuando la reina Elisenda de Montcada fundó el monasterio en 1327. Además de su función simbólica y religiosa, el claustro tenía la función práctica de distribuidor de espacios con un cuidado jardín en el centro que todavía se conserva y que, durante la primavera, los visitantes pueden disfrutar de su espléndida vegetación. Este espacio es uno de los más espaciosos y armónicos del estilo gótico y, junto a la iglesia, el monasterio representa uno de los mejores ejemplos del gótico catalán.
Un espacio reconocido a escala mundial
Además de por su arquitectura, el pasado mes de mayo la Unión Europea también reconoció una de las actividades que se llevan a cabo. El European Heritage Hub incluyó el huerto medieval del Monasterio como una de las 10 mejores prácticas en patrimonio cultural europeas y su papel en la transformación verde de la ciudad. El huerto tiene casi 3.000 m² de cultivo con siglos de historia que, después de estar unos años inactivo, recuperó su uso original en 2017 gracias a una iniciativa impulsada por el Museo del Monasterio. Desde entonces, en el huerto trabajan dos entidades especializadas en la atención a personas con discapacidad intelectual y autismo que se encargan de cuidar el espacio y la cosecha.