Estas son las tendencias gastronómicas que revolucionarán el 2025

Ya se sabe: año nuevo, tendencias nuevas. Chefs, celebridades, 'influencers', empresas alimentarias y comerciantes sorprenden con propuestas gastronómicas inesperadas que evolucionan a la misma velocidad que los cambios de algoritmo en TikTok. Ingredientes más antiguos que el andar a pie se reinventan, mientras otros, desconocidos y de orígenes lejanos, se presentan como novedades casi imprescindibles. Tanto si las seguimos como si las ignoramos, las tendencias nos invitan a explorar nuevos caminos culinarios. ¿Son siempre acertadas y necesarias? No. ¿Cómo olvidar el refresco de Cola con rodajas de chile jalapeño y salmuera de Dua Lipa del 2024? A continuación, os ofrecemos un avance de las propuestas gastronómicas que marcarán 2025. Sinceramente, y por el bien de todos, esperamos que todas superen la infame bebida de la cantante británica-albanokosovar.

Pistachos. Serán omnipresentes: los veréis en pestos, risottos, mantequillas, salsas, cremas, como relleno de croissants, pasteles de queso, tiramisús y panettones, en formato de leche para cafés e incluso como ingrediente coctelero. ¿La gastronomía que más se beneficiará de esta tendencia? Sin duda, la italiana, especialmente la siciliana. Conocido como el oro verde de la isla, allí los pistachos se utilizan tanto en platos dulces como salados. Además de tener un color verde muy fotogénico, son ricos en proteínas vegetales, grasas saludables, vitaminas y minerales. En resumen, lo tienen todo para triunfar en las cartas de bares y restaurantes, así como en las redes sociales.

Queso 'mató'. Imaginamos vuestra sorpresa al leerlo, pero incluso Yotam Ottolenghi, el reconocido chef, restaurador y autor israelí establecido en Londres, lo tiene clarísimo. Según él y otros muchos profesionales del sector gastronómico, este queso fresco sin sal ni fermentación se utilizará en batidos, cremas para untar, 'pancakes' e incluso helados. ¿La razón? El interés por las dietas ricas en proteínas ha crecido enormemente en los últimos años, y nuestro querido 'mató' destaca por tener menos grasa que la mayoría de los quesos, pero un contenido proteico igual o superior al de la leche.

Cúrcuma. Hace tiempo que este rizoma de origen asiático y color naranja intenso se ha hecho cada vez más presente en nuestras vidas. Pues bien, 2025 será el año de su consolidación. Su versatilidad hará que lo encontremos en platos salados, repostería, helados, infusiones, etc. Además de sus beneficios antiinflamatorios, antioxidantes y para la salud intestinal e inmunitaria, también destaca como colorante natural... un caramelo Pantone para las redes sociales.

Alimentos prebióticos y probióticos. Este nuevo año os hartaréis de leer estos dos adjetivos. Resumimos rápidamente: los primeros actúan como nutrientes para nuestra microbiota —como espárragos, alcachofa, achicoria, plátano, ajo, cebolla, puerro, topinambur, espelta, leche, miel, legumbres y frutos secos—, mientras que los segundos contribuyen a mejorar el funcionamiento de la flora intestinal —yogur, kéfir, kombucha, chucrut, kimchi, encurtidos y panes de masa madre.

Bocadillos con rellenos XXL. Aunque la "gourmetización" de los bocadillos no es nueva, se prevé que este año alcancen un nuevo nivel, con rellenos tan generosos que requerirán manos grandes para sostenerlos. Las redes sociales se llenarán de fotos en primer plano y gran angular de bocadillos cortados por la mitad, con múltiples capas de ingredientes colocados meticulosamente para garantizar su viralidad. Bienvenidos y bienvenidas a la dictadura de los 'likes'.

Fideos instantáneos personalizados. Los botes precocinados vuelven a estar de moda gracias a una tendencia de TikTok que busca transformarlos en versiones 'premium' con añadidos que mejoren el producto. Esto significa que el consumidor compra el producto en el supermercado y, en casa, le agrega ingredientes para hacerlo más sofisticado. Un ejemplo: añadir huevo, mantequilla, panceta y ajo a unos fideos coreanos picantes para convertirlos en un 'spin-off' muy lejano de la carbonara (y que Italia nos perdone). Como resultado, se espera que las ventas de este económico producto aumenten en todo el mundo.

Picante extremo y sabores ‘swicey’. Los expertos señalan que los sabores atrevidos, picantes e internacionales serán una de las tendencias destacadas de 2025, con los sabores ‘swicey’ —dulces y picantes a la vez— a la cabeza, impulsados por la generación Z. ¿Ejemplos? Miel picante, sorbete de mango con chile, frutos secos con cardamomo o palomitas con salsa Sriracha. La popularidad de programas de YouTube como Hot Ones hará que el próximo año haya muchos escaladores de la escala de Scoville en las redes sociales.

Repostería desde cero. Cuando ya parecía que habíamos dejado atrás las rutinas culinarias del confinamiento, llegan las 'tradwives' de Instagram para hacernos volver a la casilla de salida. Cuesta creerlo, pero si Pablo quiere 'chocoflakes', parece que hay que hacerlos. Nosotras, igual que la periodista Nerea Pérez de las Heras, también nos preguntamos qué hará RoRo el día que su pareja quiera recuperar Al-Ándalus. Ay, si la autora y activista feminista estadounidense Betty Friedan levantara la cabeza...

Tés. ¿Cansados del café de especialidad? El 2025 puede ser vuestro año. Las infusiones elaboradas con hojas de todo tipo ganarán terreno. Aún no sabemos si tendrán suficiente fuerza para desbancar al 'flat white' o si ambas bebidas convivirán en armonía, pero todo indica que pronto nos convertiremos en auténticos expertos en chai.

Bebidas no alcohólicas. El interés por cervezas, vinos y licores sin alcohol seguirá creciendo este año recién estrenado. Los expertos en consumo lo atribuyen principalmente a dos factores: una mayor conciencia sobre la salud entre la población y el desinterés de millennials y centennials por la graduación alcohólica, en contraste con generaciones anteriores, como la X y la Baby Boom, más proclives a beberse incluso el agua de los floreros.

Homogeneización generalizada. ¿Cansados de locales minimalistas con paredes alicatadas, vinos naturales en las estanterías, cartas clónicas y logotipos con tipografías de palo seco? Lamentablemente, tenemos malas noticias. Esa sensación de estar en una cafetería de especialidad en Poblenou que podría estar perfectamente en Melbourne no os abandonará el 2025. De hecho, se intensificará. Armáos de paciencia y leed el ensayo Mundofiltro del periodista estadounidense Kyle Chayka para entender mejor este fenómeno de homogeneización global.