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Barcelona está repleta de joyas arquitectónicas, algunas más conocidas que otras, claro. Todos conocemos la Sagrada Familia, la Casa Batlló o el Palau de la Música Catalana, pero quizás algunos no tenías presente el palacio modernista Palau Macaya, un majestuoso edificio ideado por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch en 1898. Si es el caso, no sufráis, porque este verano (y hasta finales de año), para acercar esta joya al público, CaixaForum ofrece visitas guiadas por su interior y exterior. Y solo por 3 euros.
El centro cultural de la Fundación "la Caixa" ha previsto un recorrido por la historia de las dos fachadas, la entrada, el patio, la escalinata, las antiguas cocheras y la sala noble de la Casa Macaya. Además, durante la visita, se desvelarán los orígenes y usos que ha tenido el edificio durante todos sus años de historia. Y es que ha tenido muchos propietarios.
Durante el mes de agosto, las visitas guiadas serán los lunes –en inglés– y miércoles en castellano y catalán de manera alterna, en ambos días a las 19 h. A partir de septiembre, y hasta finales de año, las visitas guiadas regulares serán los viernes a las 18 y a las 19 h. Adicionalmente, durante las vacaciones de Navidad, también se realizarán el 23, 27 y 30 de diciembre y el 2 de enero. Las entradas pueden adquirirse a través de la web de CaixaForum.
Un poco de historia del Palau Macaya
Desde el año 1947 el edificio pertenece a La Caixa, pero el primer dueño fue el empresario Roman Macaya Gibert, quien mandó construir una residencia familiar a Puig i Cadafalch y quien vivió allí hasta el año 1914. Después, siguieron diferentes propietarios.
La casa fue declarada bien cultural de interés nacional en 1973; destaca por sus grandes arcos de piedra y la escalera ornamentada con motivos florales desde la que se accedía a la zona principal. La blanca fachada y sus balcones también se imponen y llaman la atención de aquellos que pasan por delante. Y con motivo, porque en la elaboración de la obra participaron diferentes artistas que hicieron uso ornamental de técnicas y materiales propios de ese período. Joan Paradís i Figueres, por ejemplo, fue el encargado de los esgrafiados interiores y exteriores; Antoni Maria Gallissà diseñó las baldosas; Marcelino Gelabert se ocupó de la pintura decorativa; Manel Ballarín de los forjados, y Eusebi Arnau y Alfons Juyol de las esculturas. Si paseáis por el paseo de Sant Joan, seguro que os quedáis boquiabiertos.