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Las librerías no atraviesan un mal momento: constantemente abren y cierran, y la ciudad vive una renovación del panorama librero con establecimientos especializados, ya sea en música o gastronomía. Ahora bien, lo que sí es cierto es que los comercios históricos del centro de Barcelona están pasando por una mala época debido a las oleadas de turismo y la gentrificación. Si aprecias un comercio antiguo del centro, visítalo con frecuencia, porque podría suceder que la próxima vez que acudas a tu bar favorito te encuentres una tienda de derivados del cannabis en su lugar.
Hoy toca hablar de un local histórico que se despide y que está situado en la calle más castigada por la pandemia y la gentrificación. Durante la covid, a la calle Ferran se la llamó la milla de plomo debido a la epidemia de cierres y persianas bajadas que provocó la pandemia. En este tramo de calle pronto cerrará la Llibreria Sant Jordi (Ferran, 41). Cerrará a principios de 2025, probablemente a finales de febrero, tras el fallecimiento del librero Josep Morales el pasado 6 de diciembre.
Esta será una pérdida para los aficionados a la historia del arte y al buen gusto en general: abierta en 1983 por Josep Morales padre, la Llibreria Sant Jordi vende literatura, pero sobre todo disciplinas humanísticas como arte, fotografía, ilustración, diseño, arquitectura y filosofía. Y, por supuesto, liquidarán su género: "Intentamos vender todo lo que tenemos, a precios de rebaja interesantes, y ya estamos en el proceso de no comprar. Seguramente en febrero ya habremos agotado el stock", explican desde la librería. También están preparando lotes de regalo irresistibles, perfectos para Navidad: tres libros antiguos que entran en el terreno de la bibliofilia –como almanaques, por ejemplo– con precios entre 15 y 40 euros.
El cierre de la Llibrería Sant Jordi también será una pérdida para los amantes del buen gusto: además de cursos y actividades diversas, se distingue por un mobiliario interior de finales del siglo XIX, repleto de libros, que le da un aire de escenario de novela de Dumas. Sin olvidar el maravilloso escaparate de vidrio y madera montado sobre un zócalo de mármol rosa. La librería estaba amenazada por la subida del alquiler de la Ley de Arrendamientos –según BTV, de 800 a 8000 euros mensuales– y planeaba trasladarse a la calle d’en Robador, 43. Pero el cambio nunca llegó a realizarse.
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