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Sumergirse en Barcelona, esta ha sido la idea que ha querido representar la nueva escultura de la plaza Urquinaona. El pasado jueves 19 de octubre se instaló 'El saltador', la obra de Jordi Díez situada justo frente a la Torre Urquinaona, que simboliza un saltador de trampolín justo en el momento de zambullirse en el agua, como si hubiera saltado desde la misma torre. La escultura mide tres metros de altura y está hecha íntegramente de acero inoxidable, un material con el que Díez también ha creado la superficie donde el saltador se zambulle, que representa el mapa de la ciudad.
La escultura hace que todo el mundo que la observa "se adentre en una dimensión más profunda y valiosa de la ciudad desde el compromiso y la determinación", ha asegurado el autor, que empezó a construirla hace un año dentro de su taller de Centelles. Pese a que él mismo la ha diseñado, moldeado y soldado, ha necesitado la ayuda de la Fundación Artística Vilà de Valls para la construcción del pedestal. La financiación ha venido de la mano de The 19th Hole, una de las empresas de la Torre Urquinaona, que ha querido promover su construcción para reivindicar y dar valor al espacio público por donde se entra en el edificio.
No es la primera vez que Jordi Díez trabaja con la expresión del cuerpo humano, de hecho, la mayor parte de su obra gira en torno a este concepto. El artista de Valladolid es todo un mago del acero inoxidable, el único material con el que trabaja para dar vida a sus diseños. Pese a que una de sus esculturas más conocidas es la que hizo de Rafa Nadal en el 2021, que se encuentra dentro del recinto del Roland Garrós, tiene muchas otras repartidas en todo el mundo en ciudades como París, Lyon y Madrid, entre otras.