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Aunque no podamos viajar por el mundo, al menos por ahora, sí que podemos seguir disfrutando de lugares únicos y maravillosos como esta 'playa' roja ubicada cerca de la ciudad de Panjin, en el noreste de China. Aunque se le llame playa, no lo es estrictamente, ya que, para empezar, no tiene arena ni guijarros donde extender un mini pareo. Y lo que la hace especial no es un agua de color turquesa, sino el tono rojo bastante inusual que la transforma cada verano.
Está en el área de humedales y marismas de cañaverales más grande del mundo y atrae (o atraía) a millones de visitantes cada verano a medida que el verde de su vegetación va dejando paso al rojo carmesí durante los meses de verano. En septiembre y octubre, las flores alcanzan su tono más rojo y profundo.
Se ha construido un camino de madera que cruza la marisma, así los visitantes pueden caminar sobre la playa roja y admirar de cerca las flores. Además, también se pueden observar unas 260 especies de aves migratorias así como grullas nativas en peligro de extinción y gaviotas de pico negro.
¡El lugar es mágico así que apuntadlo en vuestra lista de viajes pendientes, que esperemos que podamos hacer más pronto que tarde!