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Todo el mundo que coge el metro en Barcelona conoce la sensación. Cambiar de la línea amarilla o morada a la verde en passeig de Gràcia y tener que enfrentarse al largo pasillo, poco alto y claustrofóbico. Parece mentira que hasta ahora no se hubiera planteado una mejora.
Y ahora, por fin, el pasillo de la estación de metro paseo de Gràcia se ha transformado en un entorno más "vivo y dinámico", según TMB, una iniciativa que forma parte de un plan para mejorar la seguridad y crear espacios inclusivos en la red de transporte público de Barcelona.
En concreto, la medida quiere prevenir la discriminación LGTBI y crear entornos más seguros, por eso se ha implementado una prueba piloto llamada "Espacios más amables, entornos más acogedores". Se ha transformado una sección de 23 metros del transbordo de la estación de paseo de Gràcia/Gran Via mediante grandes vinilos con imágenes de alta resolución del paisaje urbano. Las imágenes buscan generar una sensación de seguridad y prevenir comportamientos de discriminación y acoso.
Además de la instalación de los vinilos, se ha mejorado la iluminación para aumentar la visibilidad y la sensación de seguridad y se ha pintado el techo y columnas con una representación del cielo de la ciudad.