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El emblemático termómetro Cottet del Portal de l'Àngel recupera su funcionalidad después de que en 2019 se detuviera, coincidiendo con el traslado a la rambla de Catalunya de la óptica homónima.
Durante más de 90 días, la instalación estuvo cubierta por una lona a causa de las obras de reforma que se han llevado a cabo en el edificio. Los propietarios actuales –un fondo de inversión con sede en Valencia– y el Ayuntamiento se comprometieron a conservar el elemento insignia de la vía comercial, por eso, aprovechando la renovación, se reparó y se hizo volver a funcionar.
El termómetro, que, de hecho, fue galardonado con la placa identificativa Pequeño Paisaje urbano, se instaló en 1956 durante la reforma de la fachada de la finca. La óptica Cottet quiso regalar la estructura a los ciudadanos –que a la vez servía de reclamo publicitario– en agradecimiento a la buena acogida de la empresa en la ciudad. La construcción se inició en 1955, de la mano del ingeniero J. Nebot, y se inauguró el 25 de febrero de 1956, en plena ola de frío en Barcelona.
La instalación de 22 metros y de 2.000 kilos, que ahora se ha remodelado para hacerla más moderna y de bajo consumo, fue el mayor termómetro de Europa durante años. Ahora, sin embargo, lo es de España porque en Copenhague se construyó uno más grande y en Frankfurt otro de dimensiones similares.