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La Autoridad del Puerto de Barcelona insiste en recuperar el proyecto de construcción de una sucursal del museo Hermitage en la nueva bocana del puerto de la ciudad. El gobierno municipal está en contra de esta propuesta, cosa que ya manifestó a principios de año al presentar cuatro informes desaconsejando el proyecto tanto por la ubicación elegida por los promotores (que, según el consistorio, generaría problemas de movilidad) como por la falta de garantías en la viabilidad económica.
Frente a esta negativa, el Puerto ha presentado alegaciones a los informes, argumentando que el plan es de “interés general”, ya que se trata de un “proyecto cultural y arquitectónico emblemático”, e insistiendo en que la construcción del museo ruso en Barcelona generaría 377 nuevos puestos de trabajo.
Mercè Conesa, presidenta del Puerto de Barcelona, ha enviado una carta a la alcaldesa Ada Colau proponiendo hacer un convenio consensuado y pidiendo que se celebre una reunión para tratar este debate. El teniente de alcalde de Cultura, Joan Subirats, ha insistido en la Comisión de Cultura del Ayuntamiento en que “la ubicación presenta problemas”, pero ha asegurado que las alegaciones del Puerto serán debidamente contestadas.
Subirats ha afirmado que “estamos perfectamente abiertos a estudiar otras ubicaciones” para lograr que la sucursal del museo se establezca en Barcelona, pero que “lamentablemente todavía se tienen que resolver algunos interrogantes”.