El ocio nocturno inicia una huelga de hambre indefinida con una acampada en Sant Jaume

Contra una situación desesperada, una medida desesperada. La plataforma Somos Ocio Nocturno -que agrupa las patronales Gremio de Discotecas de Barcelona y Provincia, Fecalon y España de Noche- anuncia que el miércoles 1 de septiembre a las 17 de la tarde el sector empezará una huelga de hambre indefinida y una acampada ante el Palau de la Generalitat.

"Soportamos dieciocho meses de cierre, sin fecha de apertura concreta ni planificación. Somos el único sector empresarial que ha sufrido esto, y contra una situación desesperada, pues medidas desesperadas", explican fuentes de Somos Ocio Nocturno. La huelga de hambre, una táctica de desobediencia civil más propia de los movimientos políticos que de las patronales, se hará con una acampada ante el Palau de la Generalitat, y la llevarán a cabo empresarios y trabajadores del ocio nocturno. Dos cosas han encendido aún más los ánimos del sector: que el presidente Joan Aragonés descartara la vuelta del ocio nocturno para no poner en peligro el inicio del curso escolar, y la permisividad de la administración con las fiestas mayores. "Solo hay que ver el cartel de la fiesta mayor de Horta, donde te invitan a bailar sin mascarilla ni distancia de seguridad", explican.

Eduard Garcia, empresario del ocio nocturno -es propietario de la sala Bóveda y el Bar Ceferino, clásicos roqueros de Poblenou- es uno de los huelguistas. Confirma que serán siete personas en huelga de hambre y unas 50 acampando. "Tendremos atención médica de enfermeros y así iremos tirando hasta que la Generalitat se siente a hablar", explica, y asegura que la situación "no le da miedo. Porque ya me lo han quitado todo. Llevamos casi dieciocho meses sin poder trabajar con normalidad".

Garcia reclama una reunión con la Consejería de Interior ( "pasan de nosotros, no nos dan fecha") que defina un "calendario de apertura del ocio nocturno con unas condiciones seguras" y un horario que no sea hasta las 24.30 h, "una broma de mal gusto", valora.

"En Andalucía, en Madrid, ya abren hasta las tres de la madrugada", dice. "Y en Estados Unidos, en Alemania, en Francia, el ocio nocturno ha vuelto", resalta. En el país vecino del norte, por ejemplo, te piden la pauta completa de vacunación incluso para sentarse en una terraza, y allí la noche reabrió a mediados de julio. "En cambio, aquí somos tan legalistas que no lo hacemos por miedo a la discriminación. Y la gente que nos vacunamos, ¿qué ventaja tenemos? Respeto a quien no quiere vacunarse, pero que me respeten a mí también. ¿Qué haremos? ¿No reabrir hasta que no muera nunca más nadie de Covid? ", se pregunta con desesperación.

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